Un dimoni escupefuego lanza llamas por la boca. | Julián Aguirre

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Alrededor de 7.500 personas vibraron en la noche del sábado con la comparsa del Correfoc de Sant Sebastià. A las diez de la noche y con un gran estruendo, las campanas de la parroquia de Santa Creu daban inicio al desfile de dimonis (216), timbalers, seis nutridos grupos de batucadas y dos bèsties de foc. Tampoco faltaron a la cita el Drac de na Coca y el Drac de Sant Jordi.

El espectáculo estrenó este año un nuevo recorrido, más ancho y corto, que en anteriores ediciones, comenzando en la Plaça de la Porta de Santa Catalina, dirección Paseo Mallorca y explayándose por toda la avenida de Jaume III, hasta llegar a la Plaça Joan Carles I, donde se realizó la gran encesa.

Entre el público había mucho turista y muchas familias con niños. También se vieron algunos grupos de jóvenes, botella de alcohol en mano.

Uno de los momentos más espectaculares fueron los protagonizados por el Drac de Sant Jordi y la torre de andamios rodantes, donde los dimonis saludaban desde lo más a los vecinos que tras las ventanas o balcones apreciaban el espectáculo. Con la gran encesa en la Plaça Joan Carles finalizó el multitudinario y participativo correfoc de este año.