La bancada del público se llenó de ciudadanos enfadados, como los del barrio de ‘Corea’, de la Seu o los que defendían que no se tire el monumento de sa Feixina. | Joan Torres

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El crucero Baleares fue una máquina de matar personas», aseveró este jueves el teniente de alcalde de Urbanisme, Antoni Noguera, durante el debate plenario de la nueva propuesta del PP para que se conserve este monumento de sa Feixina. La petición volvió a ser rechazada tras una discusión que de nuevo resultó tensa y encendió los ánimos.

La portavoz ‘popular', Margalida Durán, insistió en que «ya no es un monumento de exaltación fascistas», después de que en 2010 se les despojara de todo símbolo. «Entonces –recordó– ya se gastaron 40.000 euros para adaptarlo a la Ley de Memoria Histórica y ahora invertirán otros 160.000 para hacer un solar».

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En respuesta, Noguera, que tomó el relevo del concejal de Cultura, Miguel Perelló, en la defensa del proyecto, reiteró que, según el Consell, el memorial no tienen valor patrimonial y ante las 400 personas que lo defendieron el sábado, el edil puso el foco en «la mayoría silenciosa que se quedó en casa».

También el concejal de Ciudadanos Pedro Ribas fue tajante al declarar que «decir que aún es un monumento fascista no tiene ni pies ni cabeza» y dejó claro que este tema «a la mayoría de los ciudadanos «les resulta indiferente» El monumento «no hace daño a nadie», apuntó Ribas, y lamentó que «todo esto es una porquería, es repugnante, ustedes están generando discordia y resucitando a los muertos y eso es lamentable».