Albertí, con los pantalones de su madre. | Joan Torres

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Juan Albertí es el hijo de la mujer de 87 años hospitalizada desde hace cuatro meses al sufrir quemaduras graves tras ponerse unos pantalones marca Coole comprados en Pere Garau. La marca ha sido retirada del mercado. Albertí es muy reticente a explicar en público el incidente. Pero «la situación que atravesamos es durísima».

Albertí duda sobre «el origen real de las quemaduras». Presentó una denuncia a la Direcció General de Consum y ahora estudia llevar el caso a los tribunales. Asegura que el pasado 18 de noviembre «la cuidadora se fue sobre las cuatro y media de la tarde. Desconectó el brasero. Mi madre dormía». Una hora y media después «la encontré tendida en el suelo, en shock, con las piernas quemadas. El brasero estaba frío. También lo estaba el pantalón, mojado y con el tejido intacto. Al quitarle la prenda en la ducha me di cuenta de las quemaduras».

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Albertí desestimó que «la quemadura se debiera a un líquido como salfumán, que estaba en la coladuría». Explica que «el pantalón quedó intacto. No había marcas de fusión o decoloración». Los expertos le dijeron que «las quemaduras profundas se debieron a un contacto prolongado con la fuente agente».

La hipótesis es que «al perder el conocimiento y sufrir pérdida de orina el calor residual actuó de catalizador y produjo una reacción química con algún producto. En la rodilla derecha se comió la carne hasta llegar a la rótula».