Asaja apunta hoy en una nota de prensa que la organización tiene mucho que decir y aportar al nuevo REB, ya que «si hay un área de actividad que padece los efectos de la insularidad es la relacionada con el sector primario».
Los sobrecostes de producción, la falta de mercados para competir, las dificultades en la exportación y la consideración de mercado final que tienen las islas, a las que se puede enviar excedentes a precios por debajo del coste de producción desde la Península, son hechos reconocidos, añade.
«Queremos pensar que el hecho de no invitar a los representantes legales de los agricultores y ganaderos de las Islas Baleares, que son las organizaciones profesionales agrarias, a esta reunión, ha sido un descuido y no se ha hecho de mala fe o por considerar el sector agrario poco importante y relevante», señala Asaja.
Para corregir esta situación solicita que se tenga en cuenta a la organización en el futuro y se le convoque a las siguientes reuniones sobre el REB, ya que su «espíritu» es el de colaborar para mejorar las condiciones de competitividad del sector primario.
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Querrán pensar lo que querrán pensar estos agricultores, pero resulta difícil creer que nadie se acordase de invitarles.