El portavoz del PSIB-PSOE, Francesc Miralles, ha informado en rueda de prensa, tras la finalización del Consell Polític que ha durado más de dos horas, de las resoluciones que se han tomado en el encuentro.
Así, reclama que además de la convocatoria del Congreso Federal extraordinario se produzca la elección por voto directo por parte de la militancia del secretario general.
Para los socialistas de Baleares, es en el marco de este congreso en el que se debe producir el debate sobre si se debe facilitar con la abstención de los socialistas un «Gobierno de derechas liderado por el PP».
Los cinco miembros del PSIB que acudirán mañana al Comité Federal socialista en Madrid deberán trasladar y defender estos acuerdos del Consell Polític.
Los socialistas de las islas que acudirán serán Francina Armengol (secretaria general del PSIB-PSOE), Francesc Antich, Bel Oliver, Vicenç Tur y Elena Baquero, mientras que Aina Calvo, no asistirá por temas de salud, ha detallado Miralles.
El portavoz ha recordado que la actuación de los socialistas baleares está marcada por la «coherencia» ya que en las islas son capaces de llegar a acuerdos con otras fuerzas de izquierda con el objetivo de cambiar las políticas de la derecha, como ha ocurrido con el actual Govern, en el que el PSIB gobierna con MÉS y el apoyo de Podemos.
Esta iniciativa y la capacidad de negociación con otras formaciones es la que los socialistas de Baleares quieren trasladar a Madrid, para que se intente también a nivel nacional llegar a acuerdos que eviten un Gobierno del PP a favor de uno alternativo liderado por el PSOE.
Y esta decisión debe ser fruto de un debate político, ya que se trata de «la gobernabilidad de España», ha precisado Miralles.
«Hemos querido demostrar este dolor por este momento que vivimos duro, de excepcionalidad en el que cabe reclamar 'seny', prudencia y unidad en el Partido Socialista a nivel estatal», ha afirmado Miralles en relación al análisis que se ha hecho en el Consell Polític sobre la situación del PSOE.
En opinión del socialista, el problema, tras la dimisión de los 17 miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE, no es la divergencia de opiniones sino los «tacticismos estatutarios para provocar movimientos dentro de la dinámica del partido, que provoca un debate paralelo en torno a la legitimidad de los órganos del partido», ha señalado.
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