Una cámara de IB3, en el salón de los pasos perdidos del Parlament. | Jaume Morey

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Los servicios informativos tienen que ser uno de los «elementos articuladores» de IB3, según recoge la propuesta de reforma de contenidos que incluye el documento de directrices estratégicas de la televisión pública para los próximos tres años que aprobó el consejo de dirección del ente en su última reunión y que ha sido remitido a la Conselleria de Transparència i Cultura y a los grupos parlamentarios.

Según estas directrices, «los contenidos de IB3 han de proyectar, partiendo del hecho local, una imagen cosmopolita, moderna y profesional que pueda poner en el mercado productos propios». Por eso, el consejo de dirección plantea un cambio de programación que se marque como objetivo la «repesca del público menor de 40 años».

Lo que deja en el aire, o prácticamente descarta, la ‘hoja de ruta’ de IB3 es la internalización de los informativos, es decir su asunción total por el ente. A principios de 2017 caduca el contrato actual.

Segunda pantalla

Lo más novedoso de la propuesta es que reclama del Govern un cambio en la financiación. Desde el ente se reconoce que el presupuesto actual de 28, 6 millones es insuficiente para afrontar la renovación tecnológica que hay pendiente. Una de las apuestas es la interactividad de la programación, lo que llama «reto de la segunda pantalla».