La presidenta del Govern, Francina Armengol. | Jaume Morey

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La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, ha deplorado este sábado el trato de la Comisión Gestora del PSOE al PSC tras la ruptura de voto de los socialistas catalanes ante la investidura de Mariano Rajoy, y ha exigido un congreso ordinario cuanto antes.

«Es un error profundo mantener públicamente esa tensión con el PSC, es no entender la realidad de Catalunya ni de un PSOE que quiere ser federal y plural», ha destacado en declaraciones a los medios tras participar en Barcelona en la II Convención Federalista de la Fundació Rafael Campalans.

Armengol ha sentenciado que la Comisión Gestora del PSOE debe «tender puentes» con el PSC y no inmiscuirse en cuestiones que, según ella, no le tocan por su condición de provisionalidad, como es el caso de abordar la relación entre partidos.

«La Gestora está decidiendo cuestiones que no le tocan, su funcionamiento está reglado y lo único que tiene que hacer es convocar un congreso ordinario de la forma más rápida posible», ha subrayado la presidenta del Govern.

Armengol considera que una vez pasada la investidura de Mariano Rajoy «ya no hay excusa para convocarlo -el congreso-» en el que se debe dar la palabra a la militancia y se debe definir el proyecto que quiere articular el PSOE para rearmare desde la izquierda.

Y ha destacado que el PSC es una pieza fundamental para España y para el PSOE, y que un proyecto conjunto es indispensable para convencer a los independentistas de que es posible el diálogo: «No puedo entender España sin Catalunya ni el PSOE sin el PSC».

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También ha criticado que la Gestora haya abierto un expediente a los diputados díscolos que dijeron 'no' a Rajoy, entre ellos los dos baleares: «Me parece un error. No es la manera de avanzar».

Asimismo ha censurado que se haya tomado esta decisión sin ni siquiera reunirse con los representantes de las distintas federaciones socialistas para escuchar sus motivos.

Intervención en la convención

Anteriormente, en su intervención en la convención, ha rechazado la «judicialización de la política» y ha recetado diálogo y consenso entre el Estado y las distintas autonomías, un día antes de celebrarse en Barcelona una manifestación para criticar las causas judiciales contra cargos electos por el proceso soberanista.

Ha destacado que en España «hay un problema territorial grave que debe solucionarse desde el diálogo, el consenso y la política, no desde la judicialización», y ha reivindicado la necesidad de que los distintos territorios luchen juntos para cambiar las cosas.

Asimismo, considera que el Gobierno en minoría del PP es una «oportunidad» para desplegar el modelo federal porque se verá obligado a dialogar con el resto de partidos y los territorios, y ha defendido no poner fronteras entre comunidades hermanas.

«Hay que ser generoso con Catalunya y con el resto de territorios porque la suma nos hace mejores» y se debe reconocer la singularidad y respetar las distintas lenguas y culturas, ha añadido.