Marta Antuña reconoce que la esterilización es necesaria, «ya que si no se controla los gatos se reproducen exponencialmente». | Ultima Hora

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En Palma hay actualmente 108 colonias felinas urbanas legalizadas, con 150 voluntarios inscritos en el Ajuntament. En estas colonias controladas de gatos ferales (aquellos que no son ni domésticos ni callejeros, sino que están acostumbrados a que el humano los tutele), ya implantadas en muchas ciudades, el Consistorio puso en marcha hace unos seis años el llamado proyecto ético CES (cazar, esterilizar y soltar), inspirado en los puestos en marcha en ciudades como Barcelona o Zaragoza.

Mediante este proyecto se garantiza una adecuada integración a la realidad urbana de los gatos y se controla el problema de la superpoblación de felinos que puede generar problemas serios con los ciudadanos.

En el proyecto CES Cort asume los gastos de esterilización y la red de cuidadores voluntarios se encarga del resto de gastos: las capturas, el seguimiento sanitario o la alimentación, así como los gastos de rescates y acogidas de felinos abandonados.