El expresident Jaume Matas.

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Jaume Matas empezó el juicio del ‘caso Nóos’ con una petición de 11 años de cárcel y, a la espera del Supremo, sale con una condena de tres años y ocho meses y, además la Audiencia le tendría que devolver alrededor de medio millón de euros de la cantidad que aportó tras vender el ‘palacete’. Sin embargo, aunque a corto plazo no parezca tan mal parado, el fallo es un varapalo para la estrategia defensiva del expresident del Govern a largo plazo. El motivo fundamental es la imposición de una pena de tres años por un único delito de malversación, en concurso con prevaricación y falsedad. Para un plurimputado como Matas, que tiene ya siete casos listos para juicio y peticiones que suman 16 años y tres meses de cárcel, esta pena le pone ante una posible estancia en prisión en torno a los nueve años.

La mayoría de causas pendientes que tiene el expresident son piezas del ‘caso Palma Arena’ en las que sólo se le acusa de un delito de fraude por el que se le reclaman condenas entre año y medio y dos años. Es el mismo delito que ya reconoció en el juicio del ‘caso Nóos’ y que, con los atenuantes que le reconoció la Fiscalía de reparación del daño y colaboración con la justicia, se le ha quedado en ocho meses de cárcel. El escenario ideal para Matas y su defensa era continuar sumando penas similares en el resto de procesos.

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Cinco años por Over

El otro match ball que tiene que librar el expresident es el ‘caso Over’. Por una de las piezas, la Fiscalía y el Govern le piden cinco años de cárcel. También se incluye el delito de malversación, si bien se trata de dos facturas que suman 40.000 euros. En ese proceso, que también está pendiente de que la Audiencia señale la vista oral, se sentará en el banquillo junto al exconseller d’Interior, José María Rodríguez, quien debuta como acusado y que está a la espera de cómo se desarrolla el caso de corrupción en la Policía Local de Palma, donde también está investigado.
A Matas ya apenas le quedan casos pendientes en instrucción. La de Nóos es su tercera condena judicial. En la primera, el Supremo le rebajó la pena de cinco años y medio que le impuso la Audiencia a nueve meses. Tuvo que ingresar en prisión para cumplirlos.