El retraso en el pago del canon a la adjudicataria de Son Espases tuvo un sobrecoste de un millón de euros. | Redacción Digital

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El Govern gastó el año pasado 15 millones de euros en intereses de demora por pagar tarde a los proveedores. Es decir, que pagar tarde tiene un coste añadido que en el caso del IB-Salut sumó esos 15 millones de euros adicionales. Parte de este sobrecoste, un millón de euros aproximadamente, corresponde a retrasos correspondientes a los años 2011, 2012 y 2013, con el Govern de José Ramón Bauzá.

En esos años se pagaron fuera de plazo diversas mensualidades en el canon de la concesionaria de Son Espases. El resto corresponde a los intereses generados por facturas no pagadas en materias como el suministro de medicamentos en diversos hospitales y centros de salud de la Comunitat.

El túnel de Sóller

La cantidad pagada en intereses por abonar tarde las facturas es el equivalente a lo que el Consell pagará por el rescate del túnel de Sóller.

La ley obliga a pagar a los 30 días de haberse emitido la factura, pero el Govern lleva incumpliendo esta norma de forma sistemática desde los primeros años de la crisis económica. Cuando un proveedor se considera perjudicado, tiene la opción de presentar una demanda y exigir no solo el pago de la factura, sino los intereses generados por no haber cobrado a tiempo.

Las estadísticas de pago del Govern dejan a las claras que, si los proveedores quisieran, podrían acudir cada día a los tribunales. Durante 2015, la tardanza media del Govern en pagar sus facturas fue de 62 días, pero la cifra aumentó a 69,8 días en 2016, primer año gestionado íntegramente por el equipo de Francina Armengol.