Cort destinó más de 2,5 millones de euros a las ayudas para vivienda en 2016

En rueda de prensa, ha explicado que estas ayudas fueron desde subvenciones para el mantenimiento de edificios en Son Gotleu y Camp Redó, la rehabilitación de viviendas en esta barriada, las ayudas para el alquiler del programa Palma Habitada y las ayudas dadas desde los Servicios Sociales a familias sin recursos.

Por su lado, la consellera de Benestar i Drets Socials, Mercedes Borrás, también presente en la rueda de prensa, ha señalado que las diferentes partidas destinadas a ayudas a la vivienda para familias sin recursos «se incrementaron de 2015 a 2016 en 300.000 euros, pasando de 1,03 millones en 2015 a 1,32 millones el año pasado». «El incremento es de un 300 por ciento desde el año 2012, en plena crisis, cuando la inversión en esta partida fue de 463.716 euros», ha señalado.

Estas partidas comprenden desde ayudas para el pago de recibos de alquiler o la hipoteca para familias sin recursos (de 604.229 euros en 2015 a 812.544 euros en 2016), recibos de agua y luz (208.756 euros en 2015 a 263.305 euros en 2016) y otros gastos relacionados con la vivienda.

Borràs ha defendido que «la lucha contra la crisis y sus consecuencias es un objetivo conjunto de los departamentos de Urbanismo y Bienestar y de todo el equipo de gobierno» y por este motivo «se destinan ayudas económicas y recursos para que las familias puedan mantener su casa».

Por otra parte, Noguera ha explicado que a estas ayudas hay que añadir las que se dieron para la rehabilitación de viviendas. Así, el año pasado se destinaron 600.000 euros para subvenciones para la rehabilitación y mantenimiento de viviendas en mal estado para comunidades de vecinos de las barriadas de Son Gotleu y Camp Redó.

La conselleria d'Urbanisme también ha destinado 350.000 euros a la rehabilitación de viviendas del Camp Redó. A estas ayudas para la rehabilitación, se deben añadir los 275.000 euros en ayudas para el alquiler en el programa Palma Habitada.

Además, Noguera también ha fijado la revisión del Plan General como un elemento estratégico para definir el futuro del acceso a la vivienda en la ciudad los próximos años.

Así, ha marcado que el reto es incrementar hasta el 10 por ciento las viviendas destinadas a alquiler social. Actualmente hay destinado un uno por ciento respecto al parque de viviendas de toda la ciudad y que es de 150.000.