La mayoría de las reclamaciones que formulan los pasajeros tienen que ver con retrasos excesivos de los vuelos que han provocado que tengan que hacer noche o la pérdida de un enlace y que se equiparan con una cancelación. | M. Joy

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Las reclamaciones a compañías aéreas se han convertido casi en la mitad de asuntos que entran en los juzgados de lo Mercantil de Palma. De acuerdo con los datos de la Memoria Judicial del TSJB, los asuntos relacionados con transporte nacional e internacional se han disparado en apenas cuatro años y se han multiplicado por ocho de los 137 que se registraron en 2013 a los 1.119 que los ciudadanos plantearon el año pasado.

La mayor parte de estos asuntos son juicios verbales en los que se reclaman cantidades por retrasos en los vuelos. Se trata de procedimientos contra los que no cabe recurso posterior dada su cuantía. Los juzgados aplican un reglamento de la Unión Europea que fija las compensaciones en 250 euros para vuelos de menos de 1.500 kilómetros. Las compañías aéreas rechazan indemnizar a los afectados por estos retrasos y fuerzan a que se acuda a la vía judicial. De hecho, las sentencias de uno de los dos juzgados mercantiles de Palma reprochan por sistema esta actitud a las aerolíneas y las condenan en costas.

En líneas generales, los juzgados atienden las reclamaciones de los pasajeros en casos de retraso salvo que exista una causa muy justificada. Así, por ejemplo, se absuelve a la empresa en un caso en el que la demora se debió a que un coche chocó en el aeropuerto contra un avión poco antes del despegue. Sí se condenó a otra que alegaba que un rayo había caído en el avión porque esto ocurrió horas antes del vuelo en otro trayecto y pudo enviar otro que sustituyera al averiado a tiempo.