Ana Saidi, la trabajadora que fue sancionada por Acciona por vulnerar el código de vestimenta, podrá volver a su puesto de trabajo con el velo y además recibirá una indemnización | Redacción Local

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La sentencia que avala el uso del velo islámico por parte de una trabajadora del aeropuerto de Palma ya es firme. Acciona, la empresa condenada por vulnerar los derechos fundamentales de su empleada, Ana Saidi, ha decidido no presentar recurso ante el TSJB contra la sentencia de un juzgado de lo Social de Palma.

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La compañía ha consignado el dinero para hacer frente a la indemnización y devuelve las cantidades con las que la mujer fue sancionada. La trabajadora había comenzado a usar el velo en 2015, cuando ya llevaba varios años trabajando en la empresa. Sus superiores en Palma consultaron la situación con Madrid y, a los dos días, le comunicaron que no podía usar la prenda. El argumento es que no estaba recogida dentro del código de uniformidad de la compañía. La trabajadora insistió y mantuvo el uso. La empresa, a su vez comenzó a imponerle una sanción tras otra por incumplir el código. Primero fueron faltas leve y, con el paso de los meses llegaron a muy graves, hasta a suspensiones de mes y medio sin empleo y suelo. En total acumuló más de 4.400 euros en salarios sin cobrar a lo largo de dos años.

La resolución consideraba que Acciona había vulnerado el derecho fundamental a la libertad religiosa de Saidi al intentar limitarla sólo en base a un código de vestimenta. La compañía sólo había sancionado por este motivo a la mujer musulmana y no lo había aplicado en otros casos. «La libertad del individuo de manifestar su religión o convicciones no puede ser objeto de más restricciones que las que, previstas por la ley, sean necesarias para la seguridad pública, la protección del orden, de la salud o la moral».