La joven que grabó al supuesto 'pervertido'. | Facebook

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El último vídeo que se ha hecho viral en las redes sociales que muestra a un hombre masturbándose en un autobús de la EMT reactiva la polémica sobre este tipo de publicaciones. ¿Son verdaderas denuncias o simples herramientas para que la gente se dé a conocer?

La publicación de la joven que grabó al chico en el bus hizo saltar las alarmas: muchas personas y la propia policía opinan que podría tratarse de un montaje. Hay aspectos raros: los dos protagonistas viajan en el autobús que está completamente vacío. Las reacciones de ambos son muy relajadas, casi de complicidad. La joven parece incluso divertida y difunde el vídeo, pero no presenta denuncia en la Policía ante la soez provocación. Todo ello, unido a que ha restringido su cuenta de Facebook, hace que este vídeo sea ‘sospechoso’. Además, hay quien asegura que uno de sus amigos en esta red social se parece mucho al chico del vídeo.

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Hay multitud de publicaciones virales que se han confirmado como falsas. Un ejemplo es la del tiburón blanco de cala Sant Vicenç, que resultó ser un montaje con Photoshop, o la imagen de una pareja supuestamente pederasta que delinquía en Mallorca, cogida de Internet de una pareja de mexicanos. Más recientemente, hubo un escándalo en Porreres por la convocatoria falsa de una «fiesta liberal» en n’Hereveta, un montaje que circuló rápidamente por Whatsapp.

Por contra, hay publicaciones virales que se han confirmado como verdaderas, es el caso de la mujer que reprendió a un hombre que se masturbaba mirándola en Son Serra de Marina. Otras, en cambio, son recurrentes y salen cada cierto tiempo, como peleas en Magaluf o desapariciones de menores.

Ángel García, portavoz de la Policía Local de Palma, explica que el protocolo a seguir es que «en el momento que se detecta alguna publicación de este tipo se hacen las averiguaciones oportunas, consultando con las unidades de Policía Local de otras ciudades y con la Policía Nacional». En el momento que la policía detecta cualquier bulo, lo publican en sus redes sociales para que la cadena de personas que comparten se vaya frenando, y advierten que la creación y difusión de este tipo de mentiras podría incurrir en delito, si se sabe que es falso.