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El diputado de Més per Mallorca, David Abril, participó el domingo en la Asamblea Parlamentaria de Unidos Podemos en Zaragoza, donde un grupo de ultras agredió a la presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, con un botellazo en el pecho. Barba ha anunciado que denunciará la agresión.

Alrededor de 300 personas que portaban banderas preconstitucionales se congregaron a las puertas del pabellón Siglo XXI y la agresión se produjo cuando Barba salía del recinto para pedir refuerzos policiales.

El diputado de Més per Mallorca, David Abril, se encontraba en el acto para intervenir durante cinco minutos. Estaba colocado en el último bloque del escenario y debía coger un tren hasta Barcelona, por lo que la organización le permitió salir nada más acabar: "Tuvimos que salir por la puerta de atrás y esconder las acreditaciones. Yo llevaba una camiseta y me hicieron ponerme una camisa que llevaba en la mochila".

Abril asegura que él y su compañero de Calvià, Rafael Sedano, tuvieron que correr antes de coger el taxi que les esperaba para llevarles hasta la estación del AVE porque "había gente insultándonos". Abril y Sedano iban acompañados de Carles Campuzano, portavoz del PdeCat en el Congreso.

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El diputado de MÉS per Mallorca afirma que pasaron "un poco de miedo" después de la agresión a Barba y los cánticos del grupo ultraderechista que gritaba "frente a la traición, ejecución. Además la manifestación no estaba autorizada".

Alberto Jarabo también estuvo en Zaragoza en la asamblea de su partido pero no presenció la agresión: "Cerraron las puertas del recinto y no podía salir nadie porque la seguridad no estaba garantizada. No sabíamos cuántos eran. Cuando salimos los manifestantes con banderas del aguilucho nos llamaron fascistas".

El Secretario General de Podem señala que "no era el típico grupo de fascistas, estaban más dispersos, venían de distintos sitios y parece que estaban poco organizados entre sí". Jarabo asegura que las banderas que portaban estaban "muy nuevas, brillaban".

El regidor de Mobilidad del Ayuntamiento de Zaragoza aconsejó al grupo en el que estaba Jarabo que no cogiesen el autobús de línea, por lo que se trasladaron andando hasta la estación de tren, a tres kilómetros de distancia. Sobre la seguridad policial destaca que "la Policía Nacional estaba más preocupada por protegernos, estaban más pendientes de nosotros que de ellos". En la caminata hasta la estación fueron escoltados por policías.