La manifestación celebrada en Menorca el pasado mes de diciembre, que congregó a más de 1.500 personas en contra del decreto de catalán en la sanidad, ha hecho temer a representantes del Pacte que el rechazo acabe pasando factura en las elecciones de 2019. | Gemma Andreu

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Un sector sustancial del PSIB y la mayor parte de los miembros de esta formación que ocupan cargos de responsabilidad en la Conselleria de Salut están en contra de aprobar el decreto que regula la exigencia de conocimientos de catalán en la sanidad. Creen que presenta dudas jurídicas y alertan de que el rechazo social que está provocando esta medida puede tener consecuencias electorales en los comicios del año que viene.

Salut está trabajando en el estudio de posibles alternativas al decreto que pasarían por dejar aparcado el borrador inicial y redactar una «instrucción» –no un decreto– mucho menos contundente, según informan fuentes del Pacte.
Estas dudas jurídicas y políticas, así como el estudio de otras alternativas, están detrás del retraso en la aprobación del decreto, que se está negociando desde junio del año pasado sin resultados positivos hasta el momento.

Fuentes del Pacte confirman, además, que en estos momentos está abierta una doble negociación. Hay contactos con el sector sanitario para tratar de consensuar una salida técnica al problema, pero simultáneamente está habiendo conversaciones de índole política entre PSIB y MÉS, más concretamente entre los representantes de estas formaciones en el Govern.

En MÉS reconocen que está habiendo negociaciones con sus socios para mejorar el decreto y para resolver los constantes vaivenes del IB-Salut a la hora de exigir o no el catalán en sus convocatorias, pero para los ecosoberanistas la aprobación del decreto es innegociable.