Según el GOB, esta modificación abría la puerta a que se pudieran urbanizar zonas como Monport (en la imagen) y Biniorella (Andratx), Pinares de Bonaire (Alcúdia), una zona de Canyamel (Capdepera) y una parte del Port des Canonge (Banyalbufar). | Michel's

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El Consell ha preferido curarse en salud y acaba de aprobar cambios normativos para evitar que varias zonas de la Isla que ahora están protegidas y desclasificadas puedan llegar a urbanizarse gracias a una de las disposiciones de la nueva ley del suelo. El texto aprobado por el Parlament incorporó en su último trámite una enmienda del PSIB que legalizaba terrenos de la familia Matutes en la Platja den Bossa.

La inesperada aparición de esta enmienda, ya bautizada como ‘enmienda Matutes’ provocó la alarma de los sectores ecologistas, que alertaron de sus consecuencias en Mallorca. Según el GOB, esta modificación abría la puerta a que se pudieran urbanizar zonas como Monport y Biniorella (Andratx), Pinares de Bonaire (Alcúdia), una zona de Canyamel (Capdepera) y una parte del Port des Canonge (Banyalbufar).

La disposición transitoria 14 de la ley establece que los suelos urbanizables consolidados en más de 90 por ciento y con servicios urbanísticos básicos pueden clasificarse directamente como suelo urbano cuando los ayuntamientos revisen su planeamiento general. Añade que los propietarios tendrán la obligación de ceder zonas públicas, viales o pagar una cantidad sustitutoria en metálico, que deberá ser fijada por los servicios técnicos municipales .

Más restricciones

Desde la modificación normativa aprobada por el Consell, la aplicación de esta disposición en Mallorca es mucho más restrictiva. La consellera de Territori, Mercedes Garrido, explica que las restricciones de la institución insular no solo no hacen aflorar ninguna de las urbanizaciones que menciona el GOB, sino que hasta la fecha solo han permitido urbanizar una parte mínima de una pequeña urbanización en la zona de Cala Domingos, en Manacor.