Imagen de archivo de José Ramón Bauzá, Martí Sansaloni, Biel Company y Simon Gornés. | Joan Torres - J. TORRES

TW
13

A Biel Company le está saliendo un grano de considerables proporciones dentro del enorme segmento regionalista de su partido. Se trata del farmacéutico Martí Sansaloni, alcalde de Petra y exconseller de Sanitat. Sansaloni ya no esconde a nadie que le escuche que ha marcado distancias con Company. Serias y profundas.

Al frente de la campaña interna, Sansaloni fue uno de los artífices de la aplastante victoria de Company sobre Bauzá en el proceso primario del PP. Bauzá acabó convertido en carne picada. Fue un gran éxito regionalista. Pero poco a poco la relación Company-Sansaloni se ha deteriorado. De forma educada, pero ahora mismo cada cual va por su lado.

Hace unas cinco semanas Biel Company, cuando aún restaba algún cable sólido entre ambos, le comentó a Martí Sansaloni que pensaba pedirle a Mateu Isern que resucitase como aspirante a la Alcaldía de Palma. La respuesta de Sansaloni le dejo lívido. Le espetó que «Isern forma parte el pasado; un ayer que hemos de superar». Y le explicó a su president que un buen resultado electoral pasa por propuestas inteligentes hacia el electorado, comenzando por bajar impuestos (el IBI, por ejemplo, como él lleva a cabo en Petra) y por tener las ideas claras en campos minados como el alquiler turístico y la zonificación de Mallorca, donde Sansaloni intuye que se montará un enorme cacao político-social.

Se habla mucho de Sansaloni en el PP desde el pasado 26 de enero. Aquel día su comité de dirección se reunió en la sede de Palau Reial con Fernando Martínez Maíllo, coordinador general y factótum general de la calle Génova. En la reunión Sansaloni no se cortó ni un pelo. Comparó la actual coyuntura popular con «la orquesta del Titánic», que interpretaba valses mientras el barco se hundía; abogó para que en las próximas elecciones municipales se presentasen listas 'blancas' en los pueblos porque las siglas del PP «pesan», e incluso (según se comenta en Palau Reial), lanzó críticas veladas hacia el mismísimo Mariano Rajoy ante las santísimas narices de Maíllo, su sacristán mayor, que se quedó más petrificado que una leona del Borne. No hay que olvidar que Sansaloni es adjunto de este comité a propuesta de Biel Company.

Y en la cúpula del PP balear arrecia la sospecha. Para algunos, Sansaloni se ha transformado en un personaje de película de suspense. Entre susurros, pasillos y despachos cerrados por dentro, se huelen que Sansaloni está creando un 'PP en la sombra'. Dan por seguro que se está desmarcando del proceso electoral del año que viene como figura de relevancia. Piensa que cualquier resultado que obtenga Company por debajo de los 17 diputados, le convertiría a él en 'alternativa'. Mientras, la marca PP está perdiendo enteros en toda España a marchas forzadas.

También se runrunea de Sansaloni que busca compañeros de partido «enfadados o hartos» en toda la Part Forana, de manera muy discreta y sutil. Se habla de movimientos y encuentros en sa Pobla, en Sant Joan, en Muro...Y también en su antiguo entorno del IB-Salut. Lo hace a base de pasos medidos y contados, con habilidad de serpiente en cabeza de tigre. Trabaja para después de la primavera del año que viene, esperando el batacazo de Company.

En el PP también se comenta que Sansaloni se ha distanciado mucho de la portavoz Marga Prohens. No la ve como una política sólida, sino que se mueve conforme a la dirección del viento. Prohens es muy leal a Company, pero Sansaloni es consciente que para que le salga bien la jugada necesita a la maquinaria del sur de Mallorca, incluyendo a la potente Campos.

Con Sansaloni llega un nuevo estilo. Es el primer popular que se atreve a decir que históricamente se ha sobrevalorado la fuerza el PP-Palma (hoy muy tocado por el hundimiento del rodriguismo). Sansaloni esparce la idea de que un PP fuerte en los pueblos es mucho más importante que una Junta de 'llonguets' hoy muy debilitados, desmoralizados y enfrentados entre ellos. Por eso Company necesita a Mateu Isern como a la Virgen de Lourdes, montando en moto, si es preciso. Por eso, para distanciarse, Sansaloni habla de proyecto y no de personas. Cree que su proceso de Ave Fénix no debe mostrar toda su fuerza hasta el verano del 2019.

Y se reúne con unos y con otros, incluidos los que tuvieron que abandonar este partido heridos y ofendidos, como un Antoni Pastor que mantiene contactos entre mesa y mantel con Sansaloni. El alcalde de Petra está orquestando el nuevo regionalismo de la próxima década. Pero primero Company tiene que pasar dos Semanas Santas al frente de la Cofradía, entre saetas, lamentos, repicar de tambores, caras tapadas ojos expectantes y el Calvario como destino final. Y sin, de momento, poder convertir a Mateu Isern en el redentor paseado a hombros por todos los penitentes.