ETA trasladaba así su macabre campaña contra la Guardia Civil hasta una de las zonas más turísticas de Mallorca y dos días después de acabar con la vida de los jóvenes agentes de la Benemérita, sacudía de nuevo la Isla con una cadena de artefactos de baja potencia que hizo explotar en distintos locales y restaurantes de Palma.
El atentado en Palmanova es la última acción armada de ETA con víctimas mortales. A penas unas horas antes había intentado provocar una masacre atentando contra una casa cuartel en Burgos. Los agentes Sáenz de Tejada y Salvà son los últimos muertos en suelo español, aunque no sus últimas víctimas porque un año después, el 16 de marzo de 2010, en una acción no planificación, mataron al policía francés Jean-Serge Nérin en un tiroteo tras robar varios vehículos en un concesionario cercano en Dammarie-le-Lys, próximo a París. La acción, que también dejó herido a otro agente, fue el primer asesinato de un miembro de las fuerzas de seguridad francesas.
Conmoción en Mallorca
El asesinato de los dos guardias civiles en Palmanova conmocionó a Mallorca. Sáenz de Tejada había ingresado en el Cuerpo el 18 de febrero de 2008 y había llegado destinado a la isla hacía un año, el 19 de julio de 2008. Por su parte, Salvá Lezáun había ingresado en el mismo año y comenzó a trabajar en Mallorca, como alumno en prácticas, el 31 de enero de 2009. En los días posteriores, miles de personas mostraron su rechazo a la banda terrorista y se manifestaron en Palmanova. Desde entonces, cada año ha habido concentraciones en recuerdo a los dos guardias civiles y a título póstumo se les ha concedido algunos reconocimientos, como la Cruz del Sacrificio del Ayuntamiento de Palma.
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