La zona hotelera de Alcúdia-Can Picafort y el área de Pollença son los enclaves donde los trabajadores de hostelería tienen más problemas para encontrar alojamiento a precios razonables.

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Hoteleros de Mallorca alquilan viviendas por dos y tres años para garantizar un alojamiento a sus empleados durante toda la temporada turística. El objetivo, según la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), «es permitir que los trabajadores que vienen de fuera o no vivan en un piso de su propiedad, puedan estar alojados lo más cerca posible de sus puestos de trabajo sin tener que pagar alquileres abusivos».

El motivo de esta estrategia empresarial viene justificado por el progresivo encarecimiento de los alquileres en el sector inmobiliario en Mallorca, fruto del impacto del alquiler turístico vacacional. Los sindicatos UGT y CCOO llevan años denunciando esta situación y pidiendo a las empresas hoteleras una vivienda digna sus trabajadores.
Los contratos, que hasta la fecha eran por cinco o seis meses, se han prolongado por años. La causa que ha motivado a pequeñas, medianas y grandes cadenas hoteleras ampliar los contratos de alquiler «es poder asegurarse inmuebles con el fin de que los empleados de hoteles no tengan problemas de alojamiento», apuntan desde al FEHM.

La patronal indica que las zonas más afectadas por este incremento de los precios en los alquileres de pisos y apartamentos son Pollença, Alcúdia-Can Picafort, Platja de Muro, Capdepera y el Llevant. Calvià y la Platja de Palma también se encuentran inmersos en esta dinámica. Hay cadenas, entre ellas Hipotels, que ofrecen apartamentos propios a sus empleados a coste cero: «La vivienda es gratuita y no se les descuenta nada por ello. En nuestra cadena se benefician de ello unas 30 personas, ya que el resto son trabajadores fijos que viven en las proximidades de los hoteles».

La FEHM reconoce que hay un grave problema en estos momentos en la Isla, así como en el transporte regular por carretera de los pueblos del interior a las zonas turísticas.