Las marabuntas de oruga peluda son parte de su comportamiento cíclico. Cada 10 o 15 años tienen lugar estas plagas, que duran de 3 a 5 años para volver después al nivel normal de población. | Redacción Local

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La explosión epidémica de oruga peluda, Lymantria dispar, que fue detectada en el Pla de Mallorca ya ha llegado a la Serra de Tramuntana. Tras su localización en Costitx, Sineu y el corredor Inca-Muro, propietarios, excursionistas y la propia Conselleria de Medi Ambient ya han constatado su propagación con un alto nivel de afectación en las grandes masas de encinares comprendidas entre Esporles y Valldemossa.

La jefa del Servei de Sanitat Forestal de la Conselleria, Sandra Closa, ha explicado a este periódico que «cada 10, 12 o 15 años, se produce una explosión epidémica o marabunta de estas características. Este año se ha registrado primero en el Pla porque allí el calor ha llegado más pronto. La última gran plaga registrada en Mallorca fue en Artà en 2005, ocupando unas 20 hectáreas, aunque desde entonces se han producido pequeñas afectaciones o miniexplosiones en zonas de sa Comuna de Bunyola o Montuïri».

Closa señala que «la oruga peluda tiene este comportamiento cíclico, con grandes explosiones epidémicas cada 10 o 15 años. Estas explosiones tienen una duración de 3 a 5 años hasta que dejan de ser perceptibles. Y es en el mes de mayo cuando las orugan salen de sus huevos».

Ante esta situación, la jefa del Servei de Sanitat Forestal indica que «los particulares pueden aplicar ahora contra las orugas tratamientos fitosanitarios –si tienen carnet de usuario profesional o recurrir a una empresa especializada–, instalar lo más pronto posible trampas para mariposas antes de que éstas fecunden y en agosto, cuando ya no hay mariposas, retirar manualmente o con agua a presión los huevos colocados en los troncos o en las caras internas de las ramas. La próxima primavera, volveremos a tener orugas, pero en la Conselleria ya tendremos una cartografía de la afectación real y podremos tomar medidas de carácter más general». Closa destaca que «una pareja de mariposas puede poner entre 500 y 700 huevos, aunque existen casos conocidos de puestas de 1.500».