El pasajero demandante iba a Madrid y terminó en las islas Galápagos. | J.M.A.

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Un juzgado de lo Mercantil de Palma ha desestimado la demanda que interpuso un pasajero que afirmaba que se durmió en un vuelo y se despertó en las islas Galápagos. Reclamaba que le pagaran el vuelo de vuelta desde el archipiélago ecuatoriano a Madrid.

La demanda responsabilizaba a la aerolínea de la confusión que hizo que, en lugar de aterrizar en España el pasajero lo hiciera a 10.000 kilómetros de distancia. Según su versión, había embarcado en el avión en Bogotá (Colombia) con destino a Guayaquil (Ecuador). En este segundo aeropuerto tenía que hacer transbordo y coger un vuelo a Madrid. Su versión es que se quedó dormido en el primer avión, que nadie de la tripulación la despertó y no llegó a bajar de ese aparato cuyo siguiente destino eran las islas.

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La versión del pasajero no ha convencido al magistrado, en gran parte por lo extraño de que permaneciera dormido en su asiento cuando la tripulación comprobó el descenso de los pasajeros o cuando el personal de limpieza accedió al aparato. De esta forma, la sentencia considera que no se ha producido una negligencia por parte de la aerolínea y que, por lo tanto, ésta no tiene responsabilidad económica en lo ocurrido.

El pasajero tendrá que abonar él mismo su billete de vuelta a España, valorado en torno a los 5.000 euros, si bien puede apelar aún la decisión del juzgado Mercantil ante la Audiencia Provincial de Palma.

Las reclamaciones a compañías aéreas se han convertido casi en la mitad de asuntos en lo Mercantil. Se han disparado en pocos años ante la reticencia a atender reclamaciones de las aerolíneas de los pasajeros generalmente por retrasos.