El pasajero apareció a diez mil kilómetros de su destino.

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Un juzgado de lo Mercantil de Palma tiene que dedicir si una compañía aérea debe pagar a un pasajero un vuelo desde las Galápagos a Madrid porque el hombre se quedó dormido y aterrizó por error en el archipiélago.

La demanda considera que existió una negligencia en el comportamiento de la aerolínea. El pasajero había cogido un avión en Bogotá (Colombia). Se dirigía a Madrid y tenía que hacer un trasbordo en Guayaquil (Ecuador). Según su demanda y lo que declaró en el juicio, se quedó dormido en pleno vuelo. Cuando aterrizó el avión, el pasajero sostiene que nadie le despertó: ni la tripulación, ni los servicios de limpieza que entraron en el avión. Así, mantiene que se quedó profundamente dormido en esa aeronave que continuó su ruta y, desde Guayaquil viajó a una de las Galápagos. Allí se despertó, a diez mil kilómetros de su destino.

Aunque el pasajero no reside en Mallorca, ha planteado su demanda en los juzgados de lo Mercantil de Palma, que celebraron el juicio la semana pasada. En la vista, el magistrado preguntó al pasajero cómo era posible que no se hubiera dado cuenta de que el avión había aterrizado y que en ningún momento no le despertara nadie. De esa respuesta depende en gran medida si hubo una negligencia de la compañía o un monumental despiste por parte del pasajero que exige que le paguen el vuelo de vuelta a Madrid.