Víctor Homar, Jordi Llabrés, Joan Gual, Llorenç Huguet y Tomeu Alorda, en la Universitat. | Pere Bota

TW
24

La UIB y la Autoritat Portuària de Balears (APB) presentaron este miércoles el estudio SmartSensPort, referido al puerto de Palma, en el que a lo largo del último año se han analizado las variables de contaminación por ruidos y partículas en el aire. La conclusión final de esta primera fase, es que los ferries, buques de carga y el tráfico del Passeig Marítim contaminan más que la propia actividad de los cruceros.

Los investigadores de la UIB, entre ellos Víctor Homar, Tomeu Alorda y Jordi Llabrés, ante la presencia del presidente de la APB, Joan Gual, y el rector de la UIB, Llorenç Huguet, dieron a conocer toda la casuística analizada desde septiembre de 2017 hasta junio de 2018, gracias a los datos obtenidos a través de una nueva red de sensores instalados en el puerto de Palma (ver gráfico adjunto). En este proyecto también participa la empresa Mallorca Wifi.

El vicerector d'Innovació de la UIB, Jordi Llabres, explicó que los datos recogidos a través de la nueva red de sensores «se han analizado y valorado la correlación entre la actividad portuaria y la contribución al nivel de contaminación ambiental de la zona a través de la monitorización temporal del nivel de ruido, la concentración de partículas y la concentración de gases».

El comportamiento de estas variables, según el estudio, no coincide con el comportamiento de todos los tipos de actividades identificadas, entendida esta actividad como el número de horas que un barco permanece en el puerto. Por tipos de barco, sólo la actividad de los ferrys muestra una correlación «relativamente elevada» con la concentración de partículas PM10 en suspensión en el aire. Los investigadores de la UIB señalan la necesidad de estudiar también otros factores que puedan explicar mejor la correlación con la contaminación ambiental.

Preguntados sobre el análisis de la contaminación de ferries, buques de carga y cruceros, con la casuística analizada, determinaron que los aspectos más contaminantes se dan en la operativa de ferries y buques con el impacto del tráfico del Passeig Marítim. Los cruceros, por utilizar una tecnología más moderna, «contaminan menos que los ferries», señalaron.