Cola en la oficina de la Gerencia de Justicia de Palma por la falta de personal. | G.P.

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Desde hace dos meses la oficina de la Gerencia de Justicia de Palma es una pesadilla para los trabajadores y los ciudadanos que tienen que realizar algún tramite en esas dependencias, debido a la alarmante falta de personal. De los cuatro funcionarios que deberían atender al público, sólo hay uno, lo que provoca que se sature el servicio y las correspondientes quejas de los usuarios debido al tiempo que tienen que esperar para poder obtener sus documentos.

La policía ha sido requerida en diversas ocasiones por incidencias y, el pasado jueves, se solicitó la presencia de los agentes hasta en tres ocasiones para calmar los nervios de diversos ciudadanos alterados. El Ministerio de Justicia ha sido informado de la situación que registra la oficina por falta de medios pero no ha aumentado los recursos, ni contratado a personal.

Colas

La Oficina de Gerencia de Justicia está en el mismo edificio del Colegio de Abogados de Palma y se accede a ella a través de la calle Posada de la Real, paralela a la Rambla. La sede judicial expide los certificados de antecedentes penales (de España y todos los países de la Comunidad Europea), últimas voluntades, contratos de seguro de cobertura de fallecimiento, se gestiona todo el correo de las Islas, y se emiten los certificados de ausencia de delitos sexuales a personas que deben trabajar con menores. Solo de estos últimos se expiden más de cinco mil al año.

A diario decenas de personas acuden a la oficina. Desde hace dos meses los usuarios suben a la sede judicial en turnos de diez en diez y el resto esperan en la calle, de pie o sentados en el suelo, aguantando el calor. Ello se debe a que solo hay un funcionario que atiende al público. De los otros tres hay dos de baja y uno de vacaciones. La guarda jurado, además de encargarse de la seguridad del edificio, también tiene que informar a los ciudadanos de las tasas que deben pagar para determinados trámites, para que no tengan que hacer dos colas, y darles los turnos. Las largas esperas, no obstante, están causando malestar y caos.