Fernández-Roca es coronel del Ejército de Aire, y fue jefe del Sector Aéreo de Palma. | Morey

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Manuel Fernández-Roca (Madrid, 1957) fue el delegado de Defensa hasta mediados de julio, cuando le sustituyó el coronel Jesús Lanza Mollá. Fernández-Roca es coronel del Ejército de Aire, y fue jefe del Sector Aéreo de Palma. Además, está en posesión de la placa, encomienda y cruz de San Hermenegildo, tres cruces del Mérito Aeronáutico Mantenimiento de Paz UNPROFOR, IFOR e ISAF, medalla de Naciones Unidas y las medallas de la OTAN de Bosnia-Herzegovina, Kosovo y Afganistán.

¿Cómo valora su paso por la Delegación de Defensa?

La verdad es que muy positivamente, éste ha sido un destino muy interesante en el que he podido desarrollarme y tomar parte de unas funciones fundamentales, como es el ser representante del Ministerio de Defensa en el ámbito territorial balear. Cuando salió la posibilidad de venir como delegado no lo pensamos ni un segundo.

Usted lleva en el cargo desde el año 2012, ¿qué ha conseguido en todo este tiempo?

Podemos abordar diferentes aspectos: dentro de la calidad de la gestión, hemos mejorado los niveles que hasta entonces se habían alcanzado y los hemos consolidado. En el año 2014 conseguimos subir el nivel de calidad de +300 a +400, dentro del modelo FQM –modelo europeo de excelencia empresarial que marca el máximo en +500–, y durante este año hemos consolidado este nivel. Por otro lado, hemos sido colaboradores muy activos dentro del Fondo de Calidad de la Función Pública en les Illes Balears, hemos participado en encuentros de este foro y hemos dado conferencias dentro de este ámbito. Además, dentro de la importante función que supone la difusión de la Cultura de Seguridad y Defensa, hemos dado charlas en colegios e institutos para dar a conocer las Fuerzas Armadas, ya que se demanda como una futura salida profesional.

La Comandancia General tiene el reto de acercarse más a la población civil, ¿es también el objetivo de la Delegación de Defensa?

Esta es una de nuestras principales inquietudes: el acercamiento, el darnos a conocer... En definitiva, que la sociedad donde vivimos sepa quiénes son las Fuerzas Armadas. En general hay un cierto desconocimiento de qué es lo que hacemos y cuales son nuestras funciones, porque no solamente trabajamos en situación de conflicto, también hay funciones de paz.

¿Cómo ha sido la relación que ha mantenido la Delegación de Defensa con la Comandancia General en todo este tiempo?

La verdad es que ha sido, en todos los asuntos y objetivos comunes, muy buena y muy estrecha. Por otro lado, mi relación con los Comandantes Generales con los que he coincidido a lo largo de este tiempo y con sus Estados Mayores ha sido muy buena, ya no sólo a nivel profesional sino incluso de amistad.

¿Es esta buena relación entre ambas instituciones habitual?

Yo entiendo que sí, al final tenemos muchos intereses comunes y tenemos que trabajar en muchas ocasiones de manera conjunta.

¿Cuales son los retos que tenía la Delegación de Defensa cuando usted entró y cuales son ahora?

Nuestro subdirector general siempre dice que hay que trabajar para mejorar, así que ese era y es nuestro principal objetivo, el trabajar duro para seguir mejorando en todas las funciones de las Delegaciones. Además, destacaría el continuar con esa difusión de la Cultura de Defensa para que la sociedad balear conozca mejor a sus Fuerzas Armadas, y las relaciones con las instituciones.

Su época como jefe del Sector Aéreo de Palma, le ha ayudado a ejercer la delegación de Defensa?

Son trabajos muy diferentes, el hecho de estar en la base es más a nivel operativo y de apoyo al Ejército del Aire, y la labor de delegado de Defensa es más de representación. Dicho esto, estoy convencido que cualquier puesto te proporciona una muy valiosa experiencia para el futuro, y mi paso por la jefatura de Son Sant Joan me permitió el conocer e integrarme no sólo yo, sino toda mi familia, en la sociedad mallorquina. Además, ha sido de gran ayuda las relaciones que tenía con las instituciones, ya que eran personas a las que ya conocía de antes.

Usted tuvo dos accidentes de avión en su época de piloto de combate.

Sí, lo cierto es que tuve mucha suerte, me siento muy protegido por la Virgen de Loreto y de hecho mi hija se llama así. Al ver tan cerca la muerte, la perspectiva vital te cambia bastante.

Ahora que ha dejado su cargo como Delegado de Defensa, ¿que proyectos futuros tiene?

La verdad es que desde el primer momento en el que mi familia y yo pisamos Mallorca nos enamoró esta tierra, así que nuestra idea es permanecer aquí en Balears.

¿Y planes a nivel profesional?

Veo el futuro muy abierto. No sé un destino seguro, ya que estoy en reserva y no tengo nada a la vista.