El presidente de la Generalitat, Ximo Puig; la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, y el director regional de la Ser, Bernardo Guzmán, participan en el foro sobre el Corredor Mediterráneo. | Manuel Bruque

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Los presidentes de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y el Gobierno balear, Francina Armengol, han puesto en valor este jueves el Corredor Mediterráneo como «cuestión de Estado» y una «apuesta estratégica» para la economía española, al tiempo que han defendido la descentralización de las infraestructuras frente a una concepción radial y centralista que no ven adecuada para el desarrollo económico.

Así lo han señalado los dos dirigentes durante el Foro Ser sobre el Corredor Mediterráneo celebrado en Valencia, en el que Puig ha celebrado que el pleno del Parlamento Europeo haya aprobado este miércoles la inclusión de los tramos ferroviarios Zaragoza-Teruel-Sagunt y Valencia-Madrid como ejes prioritarios del Corredor Mediterráneo en las redes transeuropeas (Red TEN-T), dentro del informe final del mecanismo 'Conectar Europa' 2021-2027.

Ese respaldo, ha indicado, «es absolutamente trascendental» porque había quedado fuera «incomprensiblemente» y su inclusión es «un paso adelante decisivo», aceptando políticamente «lo que parecía socialmente razonable».

Armengol ha subrayado que es una «firme defensora» del Corredor Mediterráneo y ha subrayado la importancia que tiene en la competitividad empresarial.

Puig ha subrayado que aunque parecía que era «cosa de algunas comunidades» ahora la conciencia general es que se trata de «una cuestión de Estado» y hay también un compromiso del Gobierno de Pedro Sánchez al respecto. «No puede pararse y no va a pararse», ha apuntado.

En el encuentro ambos también se han pronunciado sobre la concepción radial de las infraestructuras en España y Armengol ha apuntado que esa visión es «un error» y está «poco adaptada a lo que es la realidad» y ha afectado a territorios como Baleares en el plano económico.

Para Puig, «la priorización de las infraestructuras no es neutral y el centralismo no es inteligente», por lo que ha apostado por «la descentralización, también en infraestructuras». «Si tuviéramos las infraestructuras que merecemos, el conjunto del país iría mejor, no solo nosotros», ha remarcado.

«Creemos que España es circular y diversa. Baleares y la Comunidad y podemos contribuir a la bilateralidad porque compartimos una visión de lo que debe ser una España que cuente más con la periferia», ha añadido Puig. Por su parte, Armengol ha subrayado estos lazos

FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

Ambos dirigentes también se han pronunciado sobre la reforma del sistema de financiación autonómica, reiterando que sus reivindicaciones siguen siendo las mismas ante el Ejecutivo socialista de Sánchez.

Armengol ha indicado que «el tono reivindicativo sigue siendo exactamente el mismo» y ha reclamado «romper con el statu quo y hacer justicia» para que todos los españoles tengan los mismos derechos y reciban los mismos servicios públicos.

Puig ha añadido que hay «algunos expertos y comunidades autónomas que no tienen ninguna prisa» para reformar el modelo pero la Comunidad sí y es «una exigencia clara» que mantiene, aunque ha admitido que la inestabilidad política actual hace «muy difícil» poder comenzar a discutir sobre cuestiones como esta.

GENEROSIDAD PARA LOS PGE

Los dos presidentes han remarcado también que sus comunidades necesitan de unos Presupuestos Generales del Estado de 2019 y han reclamado a los partidos que sean «generosos» y lleguen a acuerdos, en palabras de la presidenta balear.

Puig, por su parte, ha reclamado ese «cambio de actitud» por parte de los distintos grupos en el Congreso pensando en el interés general» y no apostar por la «antipolítica» que supone que cada uno esté «predicando para los suyos» sin disposición a hacer ninguna concesión.