Esta demora en el pago se explica, según el Govern, una modificación en la metodología del pago de facturas que aprobó el Gobierno central en la época en que el ministro de Hacienda era Cristóbal Montoro. El cambio supone que empieza a correr el plazo de recuento de forma automática desde que la factura entre el sistema. Con el método anterior, el plazo de recuento comenzaba en una fase más avanzada del proceso.
Esos 32 días de mayor retraso que el año pasado dejan a Balears a casi 50 días de retraso, una cifra que aún no comporta penalizaciones por parte del Ministerio.
Baleares se encuentra entre las cinco comunidades autónomas que pagan con más retraso. Los datos del Ministerio se quedan, por ahora en noviembre y no se sabe con qué retraso terminaron el año el resto de territorios, pero a punto de cerrar el año, los datos eran inequívocos. La comunidad autónoma que acumulaba mayores retrasos era Cantabria (77,09 días), seguida de Valencia (52,01), y Castilla-La Mancha (47,36). En ese mes, Balears ocupaba el cuarto puesto en cuanto a morosidad con un retraso de 43,91 días que aún subió a 49,38 a final de año.
Solo hay otras dos comunidades autónomas que pagaban fuera de plazo en noviembre. Se trata de Cataluña y Extremadura, que en noviembre superaban por los pelos los treinta días que marca la ley.
El resto de territorios, para quienes se aplica la misma metodología aprobada en su día por Montoro, cumplen el plazo legal con una mención especial a Galicia, que en noviembre pagaba sus facturas con un retraso medio de 14,23 días. También destaca el País Vasco, con una demora media de 17,97 días.
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