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Baleares ha perdido dos puestos y ha caído hasta la séptima posición en el ránking de competitividad turística de España en 2018, elaborado por la Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur, que este jueves ha presentado el informe Monitur.

Con todo, el informe otorga mejor puntuación a Baleares en 2018 respecto a 2014, en concreto, tres puntos más. Según Exceltur, la visión de marketing estratégico y apoyo comercial es lo que más ha mejorado en Baleares, y también mejoran la ordenación y condicionantes competitivos del espacio turístico, la diversificación y estructuración de productos turísticos, la atracción de talento, formación y eficiencia de los recursos humanos y los resultados económicos y sociales.

Sin embargo, empeora significativamente en cuanto a prioridad política y gobernanza turística, y Baleares obtiene la segunda peor posición del listado de CCAA. También baja el indicador en cuanto a accesibilidad y conectividad por medios de transporte.

El informe también apunta que Baleares, Canarias, Asturias y País Vasco son las que han desarrollado la normativa más avanzada en viviendas de uso turístico, «exigiendo su acomodo al modelo territorial de cada municipio al incorporar la colaboración de las corporaciones locales».

Asimismo, reseña que Baleares lidera la productividad de los trabajadores «por la extraordinaria generación de valor añadido en unos pocos meses del año y su condición de sede de muchas de las principales empresas turísticas españolas». No obstante, también se sitúa a la cabeza en estacionalidad del empleo turístico junto a Madrid. El informe también resalta la oferta universitaria de formación turística de Baleares.

En cuanto a eficiencia del modelo turístico, el informe indica que Baleares, junto a Canarias, «son referentes por la eficiencia de su modelo turísticos gracias a la contribución obtenida en términos de ingresos por cada una de sus plazas alojativas y la rentabilidad de su alojamiento reglado medido a través del RevPAR» (ingresos por habitación disponible).

Canarias, Baleares y Cataluña encabezan la capacidad de atracción de un turista con mayor capacidad de gasto.

El País Vasco se situó a la cabeza en competitividad turística de España en 2018, mientras que destaca el descenso de comunidades como Madrid (3º posición) y Cataluña (5ª) además de Baleares, debido a la pérdida de prioridad política del sector turístico en estas regiones, según la Alianza.

Tras el País Vasco se sitúan Canarias que pasa de la cuarta posición a la segunda, Madrid que cae de la segunda posición a la tercera, la Comunidad Valenciana, que crece desde la sexta posición a la cuarta y Cataluña que cae a la quinta posición frente a la primera l anterior barómetro elaborado por el 'lobby' turístico publicado en el año 2014.

Este análisis, que se ha elaborado con más de 100.000 datos, las opiniones de más de 2.500 empresarios turísticos y 82 indicadores que miden la competitividad turística en el ámbito regional muestra como Cataluña cae desde la primera posición a la quinta, mientras que Andalucía mejora un puesto hasta alcanzar la sexta posición.

Los siguientes puestos en la lista son ocupados por Baleares (baja dos puestos), Castilla y León, Galicia, Navarra, Asturias, Murcia, Castilla-La Mancha y Cantabria. Cierran la lista La Rioja que cae desde la posición novena a la decimoquinta, Extremadura que sale de la cola ocupando la decimosexta posición y Aragón que cierra la lista.

El director de Estudios de Exceltur, Óscar Perelli, ha destacado la mejoras experimentadas en Canarias, Comunidad Valenciana y Andalucía con respecto al anterior barómetro de competitividad turística regional debido sobre todo a un mayor compromiso político en favor del turismo.

Todo lo contrario que Baleares y Cataluña que se han visto lastradas y castigadas tanto por las cargas impositivas como por la falta de gobernanza política en el tema turístico, que ha perdido su prioridad para estos gobiernos.

Según ha explicado Exceltur, el liderazgo del País Vasco refleja su consistencia y rigurosidad en todos los ámbitos que afectan al desarrollo sostenible del turismo y es la región en la que más crece el ingreso por habitación desde 2010 a 2018, con un 43,8 % más gracias sobre todo a su avance en competitividad.

Madrid por su parte lidera el capítulo de accesibilidad y conectividad por medios de transporte, en tanto que Canarias y La Rioja encabeza el ámbito de ordenación y protección del territorio y del espacio turístico.

El informe señala que Cataluña ha sido la región que mejor ha sabido diversificar la oferta turística y la Comunidad Valenciana, la que ha otorgado más prioridad a la política y gobernanza turística. Por último, Canarias ha sido la que mayores resultados económicos y sociales ha obtenido en el periodo analizado por el estudio.

Las conclusiones del informe son claras: el turismo no ha avanzado en el reconocimiento político como una prioridad por parte de los gobiernos autonómicos, se ha producido un retroceso en la coordinación de la política turística española, y las estrategias turística carecen de los compromisos temporales y presupuestarios para garantizar su implementación.

A esto se suma la limitación en la promoción de líneas de productos turísticos, el incremento de las cargas al turismo, y la falta de homogeneización de la normativa sobre viviendas turísticas. No obstante se valora de forma positiva el notable dinamismo en el crecimiento de la oferta de productos y servicios turísticos derivados de la iniciativa privada.

El nuevo presidente de Exceltur, Gabriel Escarrer, destacó cuatro factores relevantes a tener en cuenta en el panorama turístico español en los próximos meses: el cambio del escenario internacional, la desaceleración económica de los mercados emisores más relevantes como Alemania o Reino Unido, la recuperación de destinos competidores y el escenario político español «convulso».

En este contexto, alerta que los 'vientos de cola' que se han registrado en otros años ahora no existen ya que se ha producido además un cambio de ciclo y advierte que el sector turístico «no va solo» sino que hay que «cuidarlo» y protegerlo defendiendo su competitividad.

«Confío en que el sector pueda seguir dando alegrías a la economía española y al empleo durante los próximos años pero para ello se necesitan nuevas políticas, recursos y reglas de juego así como un fomento de la colaboración público-privada», ha advertido, para defender que el turismo en España «tiene que ser bueno por méritos propios no por desgracias ajenas».