Según Facua, la empresa utiliza como reclamo que «compara los precios de numerosas webs» y que realiza las búsquedas en «más de 1,8 millones de hoteles de más de 190 países en más de 400 webs de reserva», pero posiciona mejor a los hoteles que más le pagan y además los precios pueden no coincidir con los de las páginas web de los hoteles. | Pixabay

TW
6

Facua Consumidores en Acción ha denunciado por publicidad engañosa al comparador Trivago ante la Dirección General de Consumo de Baleares porque asegura que «los resultados de sus búsquedas posicionan mejor a los hoteles que más le pagan» y no informa de ello salvo en el apartado de «preguntas frecuentes».

La denuncia ha sido presentada ante la Dirección General de Consumo del Govern, porque Trivago tiene en Baleares su sede social en España, entre otras autoridades de protección al consumidor autonómicas, ha detallado Facua en un comunicado.

Según Facua, la empresa utiliza como reclamo que «compara los precios de numerosas webs» y que realiza las búsquedas en «más de 1,8 millones de hoteles de más de 190 países en más de 400 webs de reserva», pero posiciona mejor a los hoteles que más le pagan y además los precios pueden no coincidir con los de las páginas web de los hoteles, pese a que «induce a los usuarios a creer que saca la información directamente de ellas».

Según Facua, la empresa sólo informa de esto en su apartado de «preguntas frecuentes» al señalar que el algoritmo que utilizan para ordenar «analiza los filtros de búsqueda, como la ubicación y las fechas de estancia, además del precio y el atractivo general de la oferta» y añade: «También tenemos en cuenta la compensación que las webs de reserva nos pagan cuando un usuario hace clic en una oferta».

La asociación denuncia que el usuario no es informado de este método cuando realiza la búsqueda, por lo que puede llegar a pensar que el orden viene determinado por criterios objetivos como el precio o la ubicación, sin saber que influye el hecho de que hayan pagado a Trivago por estar en esa posición.

Además, Facua considera que la empresa puede provocar que los usuarios contraten ofertas hoteleras más caras que las que aparecen en las propias web, al suponer que allí encontrarían los mismos precios.

Según la entidad, al ordenar por defecto los resultados de sus búsquedas con el criterio «recomendados», «induce a que se contraten más los hoteles que aparecen en las primeras posiciones, los cuales no son necesariamente los mejores y más económicos, ya que el posicionamiento en los resultados de las búsquedas depende de las cantidades que paguen las empresas al comparador».

Facua considera también que la publicidad de Trivago puede llevar a los usuarios a pensar que rastrea la información directamente de las web de los hoteles para ofrecer una combinación con los mejores resultados, cuando la empresa solo consulta los datos que le aportan sus anunciantes, a los que denomina «proveedores hoteleros».

En las propias «condiciones generales» de Trivago, se indica que el comparador no garantiza «que el contenido del proveedor, en particular los precios reflejados, se actualice en tiempo real» y añade que «el precio que muestre un proveedor hotelero podría no corresponderse con el mostrado en nuestra plataforma».

A su vez, en la sección de «preguntas frecuentes» indica: «Trivago trabaja con numerosos sitios web diferentes, y las tarifas y disponibilidad que nos proporcionan cambian constantemente [...] es posible que en ocasiones no encuentres la misma oferta en la que hiciste clic al visitar la web de reserva».

Facua ha recordado que la Ley de Competencia Desleal establece que «se considera desleal por engañosa cualquier conducta que contenga información falsa o información que, aun siendo veraz, por su contenido o presentación induzca o pueda inducir a error a los destinatarios, siendo susceptibles de alterar su comportamiento económico» en relación, entre otros, a «las características principales del bien y servicio» y «la existencia o naturaleza» del mismo.

La misma normativa considera desleal «la omisión u ocultación de la información necesaria para que el destinatario adopte o pueda adoptar una decisión relativa a su comportamiento económico con el debido conocimiento de causa».