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Cada vez que sucede una catástrofe o sobreviene una situación de emergencia hay un impacto. Para controlar su lado humano, existe en Baleares el Grupo de intervención de psicólogos de emergencias y catástrofes (Gipeg). Aunque se vuelven más visibles ante los grandes acontecimientos, el 40 % de las actuaciones del Gipeg en Balears durante el primer semestre del año han sido para asistir suicidios o intentos de suicidio.

En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio que se celebra hoy, el Colegio Oficial de Psicólogos explica que a 31 de julio el Gipeg se ha activado en 134 ocasiones, menos de la mitad si se compara con el mismo período del año anterior. El primer semestre de 2018 se activó 313 veces una actuación psicológica de emergencia. Fue un año en que se rompió la tónica habitual, ya que en 2017 fueron 184 y en 2016, 146.

Si bien el grueso de intervenciones de este año se debe a suicidios, motivo por el que se les activó en 53 ocasiones; un 27,6 % hace labores de comunicación de defunción o de apoyo al duelo en los accidentes. La tercera actuación con más llamadas es por muerte repentina de un adulto (17,9%).

«Cada situación es un mundo, por eso es importante saber cómo se produjo el suceso», explica Javier Torres, decano del Colegio de Psicólogos (COPIB), y supervisor del grupo que coordina Antònia Ramis, vocal de Psicología de Emergencias. Asegura que no hay una fórmula mágica para comunicar una tragedia. «Hay gente con gran entereza que entiende lo que se le dice y otras personas en las que se produce una negación ...Todas las reacciones son lógicas ante una situación ilógica», añade Torres.

Aunque tradicionalmente las mayores tasas de suicidio se han registrado entre los varones de edad avanzada, los psicólogos alertan del alarmante aumento del suicidio entre los jóvenes de Balears y arroja otra cifra más allá de 2019 pues en los últimos veinte meses se han atendido hasta 127 casos relacionados.

Del total de intervenciones de emergencias en el periodo de 2018 y 2019, 64 fueron suicidios consumados y 63 tentativas. En el 71 % de las intervenciones se trataba de gente entre los 18 y los 50 años.