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El Consell de Govern, que se reunió este viernes, estuvo dedicado, en buena parte, a analizar cómo están los diferentes acuerdos que ha cuestionado el Gobierno estatal y que son objeto de debate en las comisiones bilaterales que analizan las advertencias de inconstitucionalidad. La más ‘política’ de las que están sobre la mesa es la ley de consultas.

Además aprobó acuerdos de trámite, echó mano de 1,2 millones procedentes del fondo del Impuesto del Turismo Sostenible del pasado año para las estaciones de recarga de autobuses eléctricos y «se dio por enterado» (esa es la fórmula con la que se presentó el acuerdo ) de la orden que permitirá ayudas extraordinarias para la contratación de personas despedidas por la quiebra de Thomas Cook. Son ayudas que van de los 500 a 1.500 euros. Esta orden ya se había anunciado y hoy se publicará en el BOIB.

La convocatoria electoral limita lo que puede aprobar el Ejecutivo o no permite poner en marcha nuevas campañas que tengan que ver con la gestión. De ahí que, hasta después de las elecciones –con la excepción de la aprobación de los Presupuestos– lo que apruebe el Consell de Govern será de trámite.

Durante la rueda informativa posterior a la reunión, la consellera Pilar Costa hizo un balance del estado de los conflictos que se dirimen en la comisión bilateral. Y afirmó que está en fase de acuerdo (ya se sabía) la Ley del Canvi Climàtic. Destacó la buena relación de las administraciones y afirmó que después de ésta, quedarán pendientes de resolver dos leyes. Una, menor, relativa a la organización de los bomberos y una de contenido más político, la de consultas.

La Llei de Consultas balear tiene poco que ver con la de Catalunya y no prevé nada parecido a una consulta sobre la independencia. Aún así está bajo la lupa del Tribunal Constitucional. El Govern espera salvarla.

Costa dio por zanjada la polémica con Més, que criticó a principios de semana la valoración del Govern sobre la sentencia del ‘procés’. Tampoco quiso valorar, «eso es algo que corresponde a los partidos», que el grupo de Més dejara el martes el pleno del Parlament como forma de protesta.