Durante la jornada de este sábado, las ponencias se centraron en el acoso en el trabajo, ya sea a nivel laboral o a nivel sexual. La primera ponencia fue a cargo de Paula Liñán, inspectora de trabajo y seguridad social, quien comenzó a enumerar sentencias condenatorias en acoso sexual para motivar a que se denuncie.
También estimó que «si hay protocolos preventivos en los negocios donde existe posibilidad de atraco para minimizar este riesgo, debería haber también protocolos para prevenir el acoso sexual en los hoteles». En este sentido, aseguró que una medida muy sencilla podía ser «que haya una postura clara desde la dirección de que en ese establecimiento existe tolerancia cero ante el acoso sexual hacia las trabajadoras, e informar a los clientes mediante carteles, igual que se les informa de que no se puede fumar». También mencionó que un botón del pánico podía ser una buena opción.
Tras esta ponencia, fue el turno de Manuela Vargas, una camarera de piso de Jerez. Ella explicó su historia, en la que estuvo varios meses protestando frente a la puerta de su hotel ya que no le pagaban la nómina desde hacía varias mensualidades. Su vivencia arrancó aplausos en varios momentos.
Tras la intervención de Vargas comenzó una mesa redonda integrada por las dos ponentes anteriores y la abogada Aina Díaz, quien se mostró segura de que «muchas de las kellys no identificáis el acoso». Explicó que así como para acreditar el acoso laboral es necesaria una reincidencia, para el sexual es suficiente con una acción. Díaz expuso casos de kellys que han recibido propuestas sexuales de los clientes a cambio de dinero, así como tocamientos o vejaciones. También esbozó las líneas del llamado acoso laboral estratégico, que es ejercido por las empresas de manera velada para no pagar los despidos.
El congreso finalizó con una entrega de premios del concurso fotográfico Arxiu Kellys, con la representación de una obra de teatro y con un picoteo.
11 comentarios
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Hay mucho machismo en algunos comentarios por el de siempre.
Hay quien cree que el ser humano se reproduce por esporas...
Hasta las narices del show de las Kellys...ojalá los hoteles se dediquen a contratar camareros y así se acabará tanto cuento y tanta pamplina.
Supongo que el Profeta es una camarera de pisos que Odia a su gobernanta porque le debe exigir que haga bien su trabajo, no?? Porque sino no entiendo que tienen que ver con el acoso.... Y por cierto que este sector no se lo tome como algo personal, cuando los turistas están borrachos acosan a recepcionistas, dependientas etc, etc..
Ya llegó la policía del pensamiento disfrazada de si misma. O sea.
Estas trabajadoras, o sus espontáneas dirigentes naturales, han aprendido el truco de singularizarse identitariamente, han sido adoptadas por los partidos de la izquierda identitaria, populista (por supuesto, que diría el capitán Muñecas) y ahora caminan hacia el empoderamiento y quien sabe si hacia otros neologismos de la secta progre. Unas trabajadoras esforzadas, ciertamente, cuyos problemas reales jamás fueron captados ni gestionados por los magníficos sindicatos pomposamente llamados de clase son ahora clientela de los populistas. Que les vaya bien en el episodio. Su abnegación laboral merece respeto y recompensa pero me permito dudar de sus interesadas compañeros de viaje.
El acoso sexual es un delito, lo que hay que hacer es denunciarlo y eso no tiene nada que ver con el sifón de diarrea. Que trabajar en la limpieza de un hotel somete a una situación de riesgo, cierto, eso se llama penosidad y hay que exigir sea retribuida. De producirse un percance, al juzgado de guardia, punto pelota.
Trabajé muchos años en limpieza de oficinas,sobre todo en el polígono de Son Castelló. Aprendí a defenderme de esos raritos en los aseos, que me pedían una limpieza extra con mi boca, con la botella de Salfumant en una mano y la escobilla en la otra. Acabas realmente asqueada de estas situaciones. Ya es hora que se acabe con todo esto.
Poner carteles informativos en todos los hoteles "se prohíbe el acoso sexual a las limpiadoras" y además un alarma con un vidrio "rómpase en caso de acoso" parece algo ridículo y sin sentido. Mi solución: por qué no pueden hacer también los hombres ese tipo de trabajo? es que acaso ha de ser necesariamente mujeres?, si yo no tuviese trabajo haría cualquier labor digna para sobrevivir. En todos los edificios públicos siempre veo cuadrillas de limpiadoras pero nunca hombres que hagan ese trabajo.
Hay mucho run run con las kellis....su principal problema son las gobernantas, ellas son el lado oscuro del problema