¿Por qué ha venido a pasar unos días a Mallorca?
—Amo mucho a esta Isla: hice seis meses de mili aquí y tuve la oportunidad de vivirla y conocerla. He viajado a Mallorca porque estoy muy interesado por la cultura y la lengua y quería conocer la situación en que se encuentran, quería saber hasta qué punto estamos ante una residualización de la lengua. Me he reunido con un grupo de intelectuales y con directivos de la Obra Cultural Balear para informarme y estrechar vínculos con ellos, además de reafirmar los compromisos de la Generalitat.
Lleva año y medio de president y aún no se ha reunido oficialmente con la presidenta de Balears. Recuerdo que se saludaron en el funeral de Aina Moll, pero poco más.
—Así es, y tampoco es el objetivo de esta visita que, insisto, está muy centrada en ese componente cultural. Pero estoy convencido de que en breve me voy a reunir con ella para ver qué temas podemos abordar y solucionar conjuntamente. Estoy a su disposición para reunirnos, cuando ella lo desee.
¿No cree que la apuesta independentista unilateral ha alejado el Govern balear y la Generalitat?
—No sabría decirlo. Para el gobierno de Catalunya, el País Valenciano y las Illes Balears son países con los que deseamos tener unas relaciones lo más fraternal posibles.
Tampoco se ha reunido con Més (ahora coaligado con Esquerra), el único partido del Archipiélago que se reivindica como soberanista.
—No tengo ningún problema con nadie que luche por la libertad del país. De hecho, el viernes participé en un acto en Petra con la Assemblea Sobiranista. Estaría encantado de recibir a los representantes de Més.
El Govern y la Generalitat ya tienen espacios comunes de colaboración: el Institut Ramon Llull y la Eurorregión Mediterránea, por ejemplo. ¿En qué otros temas cree que podrían colaborar catalanes y baleares?
—Hay un problema común muy importante, decisivo: el déficit fiscal, que catalanes, baleares y valencianos padecemos. Tenemos un déficit fiscal del 15 por ciento anual y esto es insoportable para cualquier país porque esta anomalía se transforma en déficit social, de infraestructuras, de bienestar, de oportunidades... Ésta puede ser una lucha compartida. Y creo que también nos une una idea de libertad y un respeto escrupuloso por los derechos civiles. Tenemos a una ciudadanía muy empoderada –puede que más que en otros territorios del Estado– que se agrupa, que se asocia, que hace cosas... Pienso que también aquí hay terreno para recorrer conjuntamente.
Luchar contra el déficit fiscal significa acatar el marco autonomista. En este punto sí que podrían ponerse de acuerdo con Francina Armengol.
—Sí, puede que sí. Cuando hable con la presidenta, evidentemente le voy a explicar que represento a un gobierno que trabaja por la independencia de Catalunya. Pero sí, por supuesto que podemos tener luchas compartidas.
¿No cree que Armengol le hace el vacío?
—No, no creo, no tengo esta impresión. Insisto en que estoy dispuesto a colaborar. Más allá de lo que representan políticamente los gobiernos, lo importante es la ciudadanía y su bienestar, y para un mallorquín y un catalán el déficit fiscal es en la actualidad una limitación. Asimismo, le plantearé temas relacionados con los derechos civiles y los derechos humanos.
Cuando el independentismo hablaba de la república que quería construir, se dijo que se concedería la nacionalidad catalana a los ciudadanos de Baleares, si la solicitaban. ¿Cuál es su opinión?
—Creo que este y otros temas dependerán de la voluntad de los ciudadanos. Esta posibilidad concreta salió repetidamente. En cualquier caso, depende de los ciudadanos, insisto, y se llegará tan lejos como los ciudadanos quieran. Pero para llegar a la independencia primero hay que asumir que el reto es muy difícil. Costó muchísimo hacer el 1 de Octubre en Catalunya, pero fue posible por la fuerza de la gente, porque todos íbamos a una, y porque el Parlament catalán se creyó lo que aprobó. O somos capaces de recuperar este momento de unidad o no alcanzaremos la independencia.
¿Espera algún acuerdo de la mesa de negociación que se ha constituido entre los gobiernos del Estado y la Generalitat?
—Ya me he reunido cuatro veces con el presidente del Gobierno, pero me he encontrado varios Pedro Sánchez distintos: uno que quería hallar una solución política a un conflicto político, uno que se levantaba de la mesa presionado por la extrema derecha, uno que no respondía al teléfono... Ahora vuelve a decir que hay que dialogar, pero ¿ante qué Pedro Sánchez estamos? De aquí nuestro escepticismo ante la mesa de diálogo. Sabemos qué ha pasado, pero nosotros, con presos políticos y exiliados, siempre hemos estado por el diálogo, y con una propuesta: derecho de autodeterminación y amnistía. En cambio, ignoramos cuál es la propuesta española. La esperamos.
Ahora que mencionaba a los exiliados, hay un mallorquín: Valtònyc.
—Cierto. He tenido la oportunidad de saludarlo en Bélgica. Es un ciudadano libre y tiene mi admiración y apoyo por su coraje.
43 comentarios
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cuando quieras quin pero te la llevas de asesora o de lo que quieras te la regalammos
"Para el gobierno de Catalunya, el País Valenciano y las Illes Balears son países con los que deseamos"... son países??? Los que se creen sus propios cuentos... el flipauer este está de psiquiátrico! Arruix d'aquí!!!
Si hizo parte de la mili aquí (reo que milicias) seria impagable ver una foto saludando firmes el izado de la bandera rojigualda
Torra..torrat..Francina cansina..un ja esta entarrat i ella apenas camina.
Cada uno en su casa. Aquí nada tiene que hacer
"Sa tia Maria" té tota sa raó. Ensenyen el català barceloní, menyspreant es xerrar d'aquí. Una vertadera vergonya que el venuts dels nostres polítics defenssin s'idea de un país català a canvi de doblers rebuts i financiacions de la Generalitat desde fa trenta anys. La OCB i Direcció G. de Politica llingüística practiquen una repressió idiomatica contra mots i dites provinents del mallorquí.
Reunete con ella y os vais los dos a toda pastilla d aquí..
La señora Armengol esta deseando reunirse con Torra, ella es mas catalanista y independentista que el propio Torra.
Volguem o no duim devers 35 anys de normalizació a la uib i a ses escoles publiques. I aixo no es bo. Ens volen fer catalans a troncades, tan si va be com si no. De fet a ses escoles ja casi tot es catala standard barceloni. Acabarem perdent les parles d,aquí. I tot per sa porqueria de Governs venuts que tenim. On es junten 4 grups i au, a comandar. Pero nomes si se junten. Triste de collons.
Además puedes quedar tela nos haría un gran favor a los isliños y además ella estaría entre los suyos