Ana Carreño Galera falleció el pasado 29 de abril con el brote del nuevo coronavirus a los 88 años de edad. Esta mujer, enamorada de la Serra de Tramuntana, se contagió en una residencia de la tercera edad de San Quirze del Vallés, en Barcelona.
Su sobrino Jordi Carreño explica que tenía cáncer y la COVID-19 aceleró todo el proceso; murió en sólo siete días en el hospital de Martorell. Además, resalta que ella era plenamente consciente de todo y una prueba de ello es que se despidió de él y todos sus sobrinos unos días antes de morir.
Ana tenía una trayectoria profesional brillante: fue misionera y jefa de Enfermería del Vall d'Ebrón, entre otras cosas. Además dedicó más de 40 años de su vida a realizar un estudio sobre judaísmo. «Era una mujer muy ilustrada», destaca su sobrino.
También recuerda con especial cariño lo que le gustaba venir de vacaciones a Mallorca. «Venía casi cada año a Mallorca, cada vez que podía, y Valldemossa, Sóller y la Serra de Tramuntana eran visitas obligadas», rememora.
Ana era una mujer muy religiosa, lo que la llevó a ser misionera. «Estaba entregada a los demás», recuerda su sobrino. También destaca su carácter afable, del que pudo disfrutar especialmente cuando vivió con ella en Barcelona.