El paseo de la Playa de Palma sin apenas turistas es la imagen simbólica que refleja el fin de la temporada en pleno mes de agosto, con cancelaciones masivas y fin adelantado de las vacaciones para miles de turistas. | Teresa Ayuga

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El turismo de Baleares perderá este año 12.717 millones de euros al registrar una bajada de actividad respecto al 2019 del 20,5 %, según los cálculos de Exceltur.

La entidad prevé para el conjunto del sector en España pérdidas de 98.753 millones de euros, un 19 % más que lo que había calculado en junio debido al «notable y creciente empeoramiento de las expectativas empresariales, en especial de la demanda externa».

En un comunicado, Exceltur explica que la revisión de sus cálculos para el verano y el cierre de 2020, que implican perder 15.620 millones más de lo previsto, se debe a la caída de demanda externa derivada de las restricciones «en cascada» desde finales de julio, de los principales países emisores.

«Ello dibuja un inusual y desolador panorama para el conjunto del sector turístico español que se verá obligado en breve a recabar un urgente y potente plan de ayudas a fondo perdido para facilitar la supervivencia de buena parte del tejido empresarial viable y su empleo», defiende la organización.

Explica que los datos de ventas y cancelaciones disponibles de la primera quincena de agosto revelan un aplanamiento de la ya de por sí lenta reactivación prevista a mitad de junio y apuntan al cierre anticipado de la temporada veraniega.

Por todo ello, Exceltur calcula que 2020 cerrará con una actividad un 64,7 % inferior a la de 2019 y asegura que estas cifras explicarán más de la mitad de la caída del 15,1 % de toda la economía española para este año.

Este nuevo escenario supondría asimismo un descenso de 52.862 millones de euros en ingresos en divisas en 2020 respecto de 2019.

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Por trimestres, Exceltur anticipa una caída de 36.638 millones en actividad turística en el tercer trimestre y de 18.655 en el cuarto, que se sumarán a los 43.460 ya acumulados hasta junio.

Esos datos suponen un retroceso del 63,3 % de la actividad turística en el tercer trimestre y del 58,1 % en el último trimestre de 2020 siempre respecto a un año antes.
Asimismo, «se anticipa un impacto de dimensiones inéditas a fines de verano sobre el empleo». A cierre de julio y en plena temporada, ya había 823.000 empleados menos (37,4 % menos que los 2,2 millones de julio de 2019).

Es decir, y según Exceltur -que se remite a datos del SEPE-, 517.000 empleos sostenidos gracias a los ERTE y 306.000 afiliados menos por caídas de contratación (67 % en alojamiento, 87 % en agencias de viajes, 81 % en transporte, 46 % en restauración y 45,2 % en locales de ocio).

Por comunidades, las más afectadas serán Cataluña en valores absolutos (19.000 millones de euros menos de actividad turística, un 56 % menos sobre 2019) y Baleares (12.717 millones menos, un 80,5 % menos).

Según Exceltur, estas cifras ponen de manifiesto que el sector turístico es el más dañado de todos los de la economía española, al no haber podido producir, almacenar, ni vender sus servicios durante meses.

«La situación exige abordar un urgente y muy potente plan de medidas transversales del Gobierno de apoyo al sector para el salvamento de empresas turísticas viables a partir de septiembre», defiende la organización.

Entre esas medidas cita la prolongación de los ERTE hasta Semana Santa de 2021, sin reducir bonificaciones y con una dotación adecuada de fondos propios (presupuestarios) y de Bruselas, para asegurar la mayor supervivencia empresarial y sostenimiento del empleo, hasta mínimo la primavera de 2021. Hasta entonces, y «en el mejor de los casos», no se atisba la posibilidad de «reactivar la actividad turística con unas mínimas garantías».

Propone intensificar una estrategia de gestión territorial para el seguimiento y control de la pandemia mucho más coordinada e impulsar una comunicación pública y privada más positiva, que «sin obviar el objetivo de vencer al virus», evite alarmismos infundados que «ralenticen una actividad esencial para el bienestar social y el empleo, o aliente mensajes externos que discutan la reputación o la seguridad sanitaria en España».