Contraofertas. Los propietarios empiezan a aceptar ofertas a la baja por parte de los nuevos inquilinos en los contratos de alquiler, algo que no sucedía antes de la pandemia. | Gemma Andreu

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Hace solo 6 meses parecía imposible, pero a día de hoy la rebaja de un 10 % del precio de los alquileres no es suficiente para los inquilinos que buscan arrendar una vivienda. La crisis de la COVID-19 se nota en el sector inmobiliario y la bajada de precios es una tendencia que seguirá en los próximos meses, según indican desde la Asociación Balear de Servicios Inmobiliarios (ABSI).

La falta de demanda extranjera y la pérdida de poder adquisitivo de los residentes ha provocado una bajada de los precios de alquiler de entorno del 10 % respecto a antes de la pandemia. Sin embargo, es insuficiente. Pisos que hace solo unos meses se alquilaban a las pocas horas de anunciarse, ahora no son tan fáciles de colocar en el mercado.

Desde ABSI constatan que si bien los apartamentos pequeños y, por tanto, más baratos, se alquilan relativamente rápido, no ocurre lo mismo con los de mayores dimensiones y más caros. Así, las propiedades de a partir de los 900 euros mensuales son más difíciles de alquilar y se trata del segmento donde más se nota la crisis.

Esta situación de bajada de precios iniciada y que se acentuará en los próximos meses se debe, también, a un incremento de la oferta disponible. Una de las principales quejas de los últimos años era la escasez de oferta de alquiler a precios asequibles. Muchas propiedades se destinaban al alquiler turístico –pese a estar prohibido en pisos en Palma– o a alquileres de temporada para los trabajadores que se desplazaban a las Islas durante el verano.

La pandemia ha provocado un cambio de escenario, algo que ya han comprobado desde ABSI. Según una encuesta de la entidad realizada recientemente, el 74 % de las agencias asegura que en los últimos meses se ha producido un aumento de la oferta de viviendas de alquiler habitual. Esto supone un «cambio radical» del escenario del mercado del alquiler en las Islas respecto a antes de que estallara la crisis del coronavirus, caracterizado por una demanda superior a la oferta con precios incluso por encima de mercado. No en vano, Balears figuraba entre las comunidades con los precios de alquiler más alto, con Palma a la cabeza, casi a la par que Madrid y Barcelona.

Aumento de la oferta

A finales de agosto, los agentes inmobiliarios ya constataron un aumento de oferta disponible para el alquiler habitual. En concreto, ABSI cifró en medio millar de viviendas las nuevas que habían entrado en el mercado en pocos meses a finales de agosto.
Según la entidad, este incremento responde al hecho de que un 30 % del alquiler vacacional ha cambiado de modelo. Sin embargo, las patronales de alquiler turístico han asegurado que el cambio de modelo se ha dado en viviendas que no estaban dada de alta en Turisme para comercializarse como alquiler turístico, ya que las viviendas turísticas legales no han cambiado de uso.