15 minutos, no más, es el tiempo que hace falta para hacerle un examen completo, incluida la prueba PCR, a cualquier niño de Palma de 3 a 14 años en caso de que presente síntomas de coronavirus, y todo ello sin tener que ir al centro de salud ni al hospital.
Ante la llegada de la temida segunda ola, que en Baleares ya retrocede, un pequeño grupo de profesionales pensó allá por mayo: ¿Y qué hacemos cuando se abran los colegios tras el verano y lleguen el frío, los resfriados, la tos y la fiebre de los niños por cualquier causa y la psicosis a la COVID-19?
El objetivo era poder ofrecer la mejor atención sanitaria posible y que no se colapsaran, primero, los centros de salud y, en cascada, los hospitales públicos en un curso escolar en el convivirán gripe y COVID-19.
La otra cara de la moneda era evitar a toda costa tener una plantilla de «pediatras agobiados» en el momento crítico del invierno, cuando aumenta la demanda pediátrica de manera considerable, ha explicado la coordinadora autonómica de Pediatría de las Islas Baleares, Marga Cañellas.
Para ello, la Conselleria de Salud y Consumo puso en marcha a finales de septiembre el «Kid Covid», un proyecto pionero en España, asegura Cañellas, y posiblemente también en Europa.
El «Kid Covid» es un espacio acondicionado, alejado de los centros de salud y hospitales. Consta de una recepción y tres habitaciones consecutivas, comunicadas todas ellas por una puerta. Cada una dispone del material sanitario necesario para examinar a un niño y practicar, si es necesario, la prueba PCR, cuyo resultado los padres conocen a las 24 horas.
En cada habitación hay un profesional: un técnico de cuidados de enfermería, un pediatra y una o dos enfermeras, como si fuera una fábrica en la que cada operario realiza su labor; en este caso, para atender a los jóvenes pacientes.
El «circuito cerrado» está ideado para evitar cualquier contagio. Todos los profesionales llevan su equipo de protección individual.
Desde que el menor llega hasta que se marcha pasan 15 minutos como mucho, como viene sucediendo desde que se puso en marcha este sistema de atención pediátrica el pasado 28 de septiembre. Los pacientes son citados cada cuarto de hora.
El primer centro «Kid Covid» se ha abierto en la cafetería del hotel del Palacio de Congresos de Palma, cerrado temporalmente por la pandemia. Es un lugar muy soleado, cerca del mar y se instaló allí precisamente ante el crecimiento de la pandemia en barrios próximos.
En total, la Conselleria ha previsto que en los momentos críticos estén operativos en Palma al mismo tiempo cuatro equipos «Kid Covid» que podrán atender cada semana a mil niños, con sus pruebas PCR. De momento no es necesario porque la pandemia está remitiendo en las islas.
La coordinadora balear de Pediatría explica que el proceso comienza cuando se recibe la llamada del colegio porque un menor tiene síntomas.
Seguidamente, la familia llama al teléfono de Infocovid Pediátrico o a su centro de salud y, si los profesionales lo estiman oportuno, le consiguen cita para ese mismo día o para el día siguiente en el «Kid-Covid».
De momento, ha señalado Cañellas, es un proyecto que ha comenzado a funcionar en Palma, pero que podría trasladarse a otras localidades como Inca. Ha arrancado en la capital balear por ser el lugar de mayor concentración de población escolar en esa franja de edad, 65.000 estudiantes en total, y de gran incidencia del virus.
«El número de pediatras y de enfermeros pediátricos es el que es, se trata de optimizar recursos y dar la mejor atención», señala la pediatra, que subraya que este proyecto no sería una realidad sin el esfuerzo de coordinación de centros de salud y hospitales de Mallorca, que son los que nutren de personal los «Kid-Covid».
«Con este sistema -afirma- hemos resuelto la inquietud de los padres que, en 24 horas, sin tener que ir al centro de salud ni al hospital, saben si su hijo está contagiado y qué es lo que tienen que hacer», detalla.
La doctora Cañellas, con 20 años como pediatra, asevera que «la covid-19 ha cambiado el mundo de un portazo». «Ha llegado para quedarse una temporada y para que aprendamos», desde el punto de vista sanitario, científico y social, pero también organizativo con ideas y proyectos nuevos como éste. Está convencida de que habrá más.
2 comentarios
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Una muy buena idea. Igualmente, lo ideal son cribados masivos de test ABBOT por colegios.
Es ben necesari; al meu fill,li feren a la rotger de molt males formes. Ara té pànic per si li han de tornar a fer