Jesús Pastor, presidente de la casa regional valenciana en Mallorca, en uno de los actos celebrados antes de la pandemia.

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El endurecimiento de las medidas restrictivas anunciadas por la Comunidad Valenciana este jueves debido al preocupante incremento de casos de coronavirus, ha dejado a muchos valencianos sin las Navidades que tenían preparadas.

Es el caso de Jesús Pastor, presidente de la casa regional valenciana en Mallorca, que ya tenía todo preparado todo para poner rumbo a su tierra y pasar unas fiestas en familia. «Estamos trastocados», asegura. El valenciano ha tenido que cambiar su billete de barco por un bono que podrá canjear durante un año.

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El cierre perimetral establecido por el ejecutivo presidido por Ximo Puig, prohíbe desde el 21 de diciembre hasta el 15 de enero la entrada y salida de la comunidad para visitar a familiares. Solo podrán acceder aquellas personas que residen habitualmente en la región. A pesar de la tristeza, la medida no sorprendió a Pastor ni a muchos de los socios de la casa regional. «Se veía venir, casi todos los socios teníamos cancelados los billetes desde hace días. Sabíamos que era muy complicado».

La medida impedirá que las familias no puedan reencontrase durante las fiestas. «Mi hijo también tenía que venir unos días y ahora no sabe qué hacer. Tiene que regresar a trabajar y no sabe si podrá. Lo peor es la incertidumbre», explica.

Además, no solo no podrán estar con la familiar, tampoco podrán reunirse entre paisanos. «La casa regional está cerrada desde hace más de un mes, no nos podemos reunir ni ir a visitar a la familia», lamenta.