Jaime Martínez. | Joan Torres

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El anuncio de que se presentará como candidato a la presidencia del Partido Popular de Palma ha causado sorpresa en las filas del partido. Jaime Martínez, exconseller de Turisme en el Gobierno de José Ramón Bauzá, asegura que su ambición es unir a la formación y hacer que vuelvan a confiar en el partido quienes dejaron de votarles para apoyar a otras formaciones. El congreso se celebrará el 27 de febrero.

¿Qué le ha empujado a dar el salto y presentar su candidatura?

—Siempre he sido una persona preocupada por la política en todos sus niveles, nacional, autonómica y local. Cuando supe que Marga Duran no se presentaba, pensé que era el momento de anunciar mi candidatura y aquí estoy. Creo que puedo aportar cosas al partido y a la ciudad de Palma.

¿Su candidatura responde a un pacto con el presidente Gabriel Company?

—Tomé la decisión personalmente, pero sí consideré conveniente comunicarlo a las direcciones de Génova y de Baleares. Si hay otros candidatos, estaré encantado de participar en esta lid democrática, pero quiero que mi candidatura incluya a todo el mundo porque creo que es lo que es lo que necesita el partido. Mi decisión es trabajar por la ciudad, de momento desde una responsabilidad interna en el partido.

¿Será el candidato?

—Eso es algo que ahora no está sobre la mesa porque una cosa no conlleva la otra. En este momento toca elegir al presidente y luego ya haremos el trabajo para llegar a las próximas elecciones fuertes y unidos.

Repite la palabra unidad. ¿Es ese su objetivo si logra ser presidente de Palma?

—Quiero que todo el mundo se siente parte de este partido. Marga Duran ha hecho un trabajo fantástico y pienso que debemos continuar una línea para ampliar la base del partido. Es indudable que ahora están también Cs y Vox y que el panorama ha cambiado, pero hay que hacer el trabajo de recuperar esos voto y de apoyar al grupo municipal.

Los partidos políticos están en horas bajas y no enganchan a la sociedad como antes. ¿Será ese uno de sus desafíos?

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—Es cierto que ahora resulta complicado entusiasmar a los ciudadanos con las propuestas de los partidos, pero deben empezar a ver que los representantes políticos estamos luchando por trabajar en las instituciones en un momento muy complicado.

Sus relaciones con el presidente del PP balear, Gabriel Company, han sido tensas y complicadas. ¿Servirá su candidatura para pacificar el partido?

—Mi objetivo es centrarme en Palma. No es un secreto que hemos tenido diferencias previas, pero también hay diferencias en todos los partidos y eso no es mala. Las diferencias importantes las tenemos con los partidos de enfrente, no entre nosotros.

¿Pero le dará su apoyo en el congreso regional?

—Es muy pronto para hablar del congreso regional, que ni siquiera se ha convocado. Ahora toca trabajar para el de Palma.

¿Tiene diseñado el equipo que le acompañará como candidato?

—En el partido hay muchas personas válidas y mi intención es diseñar una candidatura plural, donde todo el mundo pueda sentirse cómodo. La puertas están abiertas para todo el que quiera sumarse.

¿Qué hay que hacer con Mateo Isern, debe volver a la primera línea del partido?

—Esa es una pregunta que debería hacérsela a él, que es quien tomó la decisión de apartarse.

¿Qué opinión tiene de la gestión del Ajuntament de Palma?

—Mi misión ahora es ponerme al frente del PP de Palma y, a partir de ese momento, comenzaremos a fiscalizar el trabajo, en colaboración con el grupo municipal porque lo que necesita Palma es un proceso de reconstrucción social y económica.