Los voluntarios ayudaron este viernes en el primer día de la iniciativa, a unas 16 familias del barrio. | Pere Bota

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En La Taberna de Manolín, en Son Cotoner, los fogones siguen encendidos para los más necesitados. Manuel Ramos, propietario de este local de Palma desde hace siete años, los enciende cada miércoles para preparar comida caliente. El objetivo es que aquellas familias vulnerables que no tengan recursos puedan acudir al establecimiento una vez por semana, de 13.00 a 16.00 horas.

«Mucha gente del barrio nos ha donado alimentos, además de la que yo ya ofrezco. En estos casos, es mucho mejor regalar la comida que no tirarla», confiesa Manuel al otro lado del teléfono.

Iniciativa

Manuel Ramos tuvo esta idea después de ver la situación de precariedad a que se enfrentan muchos amigos y compañeros «que llevan un año parados». No lo dudó y se puso manos a la obra. La primera tanda de reparto empezó ayer, en la que elaboraron macarrones con boloñesa. Pero está previsto que sea cada miércoles cuando enciendan los fogones de su taberna familiar. «Cuento con la ayuda de mi hermana Ana y de Rocío, propietaria de un chiquipark».

Explica este emprendedor que «para no tirar la comida que sobra, mi prima se encarga de recogerla para luego repartirla a las personas sin techo, ya que ella forma parte del colectivo A pie de calle».

En su primer día la iniciativa benefició a 16 personas, que tuvieron un plato caliente. Manuel espera que con el tiempo pueda darse a conocer para llegar a más. La Taberna Manolín es un modesto bar de barrio inspirado en Andalucía. «Mi familia es de Huelva y de Jaén y nosotros somos muy flamenquitos», bromea.