Mercapalma es un mercado mayorista participado en un 51 % por el Ajuntament. | Teresa Ayuga

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Las cifras de ventas de Mercapalma han sufrido un considerable desplome a causa de la caída del consumo que ha supuesto la irrupción de la pandemia y la interrupción del turismo. Así lo confirma Jeroni Barbón, gerente del mercado mayorista, que ha desglosado los números que maneja el mercado mayorista municipal recopilados en 2020.

«Es cierto que el sector de la alimentación fue el menos afectado por la pandemia, porque los residentes han seguido consumiento. Pero el virus ha afectado mucho al sector horeca (hostelería, restauración y cafeterías), que es el cliente mayoritario de Mercapalma», dice Barbón.

Una parte pequeña de la clientela la conforman tiendas de barrio y mercados municipales, aunque «aquí, además de mayoristas de productos frscos, acogemos la plataforma de Eroski y Mercadona cuyos datos son muy positivos». De esta manera, el consumo en los establecimientos ha pasado a ser consumo doméstico debido al cierre de la hostelería.

Las frutas y hortalizas han sufrido una caída del 20,44 por ciento en las ventas, con 39.154 toneladas menos respecto a 2019. El año pasado se vendieron 152.373 toneladas, frente a las 191.527 contabilizadas el año anterior.

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Idéntica suerte han corrido las carnes. En el caso de las frescas, se ha percibido un descenso del 12.63 por ciento, lo que supone 2.028 toneladas menos respecto a 2019. Si el año pasado se vendieron 14.040 toneladas de carne fresca, el año anterior se contaron 16.069 toneladas. Se nota especialmente la caída en la ternera, que se desploma un 24,86 por ciento, ya que en 2020 se vendieron 2,193 toneladas frente a las 2.919 toneladas de 2019.

La carne congelada acusa una caída aún más drástica, del 22,23 por ciento, pasando de las 18.613 toneladas de 2019 a las 14.474 toneladas de 2020. «La carne congelada es consumida principalmente por la hostelería, como aves, ternera y cerdo, que se solían comprar al inicio de la temporada», señala Jeroni Barbón.

Desplome

El pescado fresco ha sufrido una bajada del 22,8 por ciento, con 1.976 toneladas menos. Eso sí, Barbón advierte que el pescado «solo es el 4 % del producto vendido por Mercapalma, ya que se casi todo lo que se vende en Palma viene de la lonja».