Una gran masa de medusas ‘Pelagia’ en la zona de Cala Rajada.

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La medusa más común del Mediterráneo, la Pelagia noctiluca, lleva semanas deambulando por las aguas baleares y desde hace unos días ya se avistan en grandes masas por las costas del Llevant y la Serra de Tramuntana. Los expertos avisan de que el inicio del verano entrará, previsiblemente, con un mar morado.

«Que haya pelagias en primavera es algo normal, pero lo que es poco frecuente es que hayan llegado muy grandes», destaca el jefe de servicio de Recursos Marinos de la Dirección General de Pesca y Medio Marino del Govern, Antoni Grau. Estas especies viven en alta mar y están muy presentes en todo el Mediterráneo occidental. Son las corrientes marítimas las que las desplazan.

Su aparición en las costas se debe, sobre todo, a los fenómenos meteorológicos. Grau recuerda que este año ha habido «grandes tormentas en el norte». Así, una vez alcanzan las costas, «ya no pueden salir. Aguantan mucho sin comer y las tendremos aquí hasta que se mueran». Es por ello que desde la Dirección General de Pesca y Medio Marino prevén un inicio de temporada estival con gran presencia de esta clase de medusas.

Norte

Las zonas más productivas para la Pelagia noctiluca es la Serra de Tramuntana, desde Sant Elm hasta la Cala Sant Vicenç. Sin embargo, este último mes se han presenciado en zonas como Portocolom o Cala Rajada (imágenes), donde algunos vecinos han podido captar esta Semana Santa grandes masas de medusas próximas a la costa.

Antoni Grau considera que su aproximación a las playas «no es frecuente», puesto que viven en alta mar. A través de un sistema de vigilancia, los técnicos llevan a cabo diversas observaciones durante el año de medusas en Balears. En pocas semanas, avanza, comenzará el primer recuento del año a fin de calcular dicha especie en estas aguas. Su población varía cada año. Antoni Grau señala que en 2020 no hubo mucha presencia de pelagias, pero 2018 fue «muy abundante. Entender por qué hay más medusas un año que otro es uno de nuestros objetivos», confiesa.

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La Pelagia noctiluca suele encontrarse a unos 300 metros de profundidad y por las noches es cuando suben a la superficie para comer. «Este ciclo de bajar y subir durante un mismo día queda anulado en cuanto llegan a las costas». Con todo, subraya, «hasta que no llegue el verano, estas medusas las tendremos mucho tiempo por aquí», asegura.

Clases

Cabe destacar que en Balears abundan diferentes clases de medusas, que llegan en una estación específica. A pesar de que las pelagias son las más conocidas en estas aguas, y las que más molestan a los bañistas, Grau recuerda hasta una docena de otras especies que visitan las Islas. Por ejemplo, la Cotylorhiza tuberculata, también conocida como ‘huevo frito', que suele llegar en agosto, la Aurelia aurita o la Rhizostoma pulmo.

Actualmente, la Velella velella, un invertebrado que se asemeja a un tipo de medusa, es propia de esta época. Algunos años se han encontrado tapices de esta especie en zonas costeras de Palma, por ejemplo. Antoni Grau señala que, aunque sí hay presencia, «hemos visto que no han acabado en playas, como ha pasado otros años».

Desde 2014, cada año se realizan unas 30.000 observaciones desde el sistema de vigilancia. A pesar de ello, esto no predice si habrá una mayor cantidad de medusas que el año anterior. Grau espera este año que haya un recuento sobre todo de la Pelagia noctiluca, la que más picaduras causa y la que más prolifera.

Avistan en aguas baleares la medusa carabela portuguesa

Desde la Dirección General de Pesca y Medio Ambiente del Govern avisan de que la carabela portuguesa, una medusa considerada «peligrosa» para los bañistas, ya ha aparecido en aguas baleares, sobre todo en las islas de Eivissa y Formentera. El jefe de servicio de Recursos Marinos señala que su presencia podría continuar hasta mediados de mayo.