Un local de trasteros, un gran gimnasio e incluso una iglesia evangélica. Al local que albergaba la sala Lumiere le están saliendo muchos pretendientes desde que hace menos de una semana se publicara el anuncio en Idealista. «Estamos sorprendidos por el interés que ha levantado el anuncio del alquiler de la sala Lumiere», cuenta Sebastià Salom, delegado de la empresa familiar Antonio Servera, propietaria de los locales.
El cine cerró hace ya 16 años y desde entonces ha estado con el cartel de ‘Se Alquila' colgado de su fachada. Pero no fue hasta que hace unos días la inmobiliaria Mallorca House decidió tirar de Idealista y de ahí dio el salto a las redes sociales y los medios.
Candidatos
Sebastià Salom, representante de la empresa familiar que cuenta con varias salas de cine en Palma, recuerda que esta sala «se abrió en 1973 y el cine Rívoli, en 1960. Se hicieron a todo lujo y se cuidó mucho la decoración». Con cerca de 1.300 metros cuadrado, el Lumiere se alquila por 5.000 euros al mes pero también se vende por 1,5 millones. Situado en la avenida Sant Ferran, en es Fortí, desde la publicación del anuncio ya ha habido ‘pretendientes', desde empresas que alquilan trasteros hasta una iglesia evangélica. Todos estos años «hubo interesados pero al final, por una cosa o por otra, no llegó a alquilarse». Reconoce que no es fácil encontrar inquilino dada la amplitud del local y a la necesidad de reforma y «adaptación a los nuevos tiempos».
Otro asunto es el Metropolitan, en pleno Pere Garau, que solo se alquila «por una razón sentimental. Es el primer cine de la familia, que se abrió en 1944 y donde Carmen, mi madre, y mi tía María pasaban la tarde mientras su padre, Antonio Servera, estaba en cabina y su madre en la taquilla».
Salom advierte de la pujanza del barrio de Pere Garau, lo que convierte el local de estos multicines en una inversión más que interesante. «Aún no han venido suecos pero sí ha habido alemanes interesados en el local», cuenta el gerente de la empresa.
Señala que «es el local más grande de toda la zona. En Nuredduna hay mucha gente y esta zona está concentrando un gran interés inversor. Aunque siempre ha habido gente interesada en instalar un negocio cercano al mercado de Pere Garau», cuenta Salom, a quien también le han tanteado empresas de alquiler de trasteros, supermercados y grandes gimnasios. Eso sí, el precio al que se oferta «nos lo reservamos, pero hemos tenido alemanes con ofertas de compra. Los precios de alquiler están dentro de los baremos habituales en la zona».
Mientras Nuredduna se prepara para la futura peatonalización, en la zona ya se está avistando un gran interés zona por los locales y el de los multicines Metropolitan no es ajeno a él.
Al mismo tiempo, el cine Rívoli sigue cerrado a la espera de tiempos sanitarios mejores pero Salom dice que «abriremos en junio. En Ocimax estamos viendo que la gente tiene muchísimas ganas de volver al cine. Y yo estoy convencido de que muy pronto volveremos a la normalidad». «No vivimos del pasado, miramos al presente y tenemos puesto el ojo en el futuro», sentencia Salom. El futuro del Rívoli está más que asegurado y seguirá con sus proyecciones.
Cada vez que leo una noticia de este tipo me viene a la cabeza aquel chiste que decía: -Oye, el caballo que me vendiste hace unos meses, no hace la comida, ni lava la ropa, ni limpia la casa, ni hace nada de lo que me dijiste. Sólo defeca y orina por toda la casa y se pasa el día tumbado. A lo que el vendedor le contesta: -Con esa propaganda no venderás nunca el caballo.
4 comentarios
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Cada vez que leo una noticia de este tipo me viene a la cabeza aquel chiste que decía: -Oye, el caballo que me vendiste hace unos meses, no hace la comida, ni lava la ropa, ni limpia la casa, ni hace nada de lo que me dijiste. Sólo defeca y orina por toda la casa y se pasa el día tumbado. A lo que el vendedor le contesta: -Con esa propaganda no venderás nunca el caballo.
Les liberan de pagar impuestos en perjuicio de otros ciudadanos pero siguen dando por saco en abrir interiores, no tienen límite
Pues a ver si pones la fachada en condiciones, en ese edificio viven personas no animales.