Una terraza del Paseo Mallorca este lunes. | M. À. Cañellas

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Mallorca prosigue con su lenta desescalada. Si el pasado sábado entró en vigor el nuevo toque de queda a las 23 horas, este lunes ha sido el turno de los bares y restaurantes. Los restauradores han podido retomar, a partir de las 20 hasta las 22.30 horas, una de las actividades que más tiempo llevaban sin hacer: las cenas.

A primera hora de la noche, se respiraba ambiente en los locales más céntricos de Palma. Algunos restauradores han considerado que no sale rentable abrir al mediodía para cerrar unas horas y volver a encender la cocina. El presidente de CAEB-Restauración, Alfonso Robledo, ya adelantó que a la mayor parte de los restaurantes no les saldrá a cuenta levantar la persiana por las noches de lunes a jueves, pero no poder hacerlo viernes, sábado, domingo víspera de festivo.

Los primeros clientes de este regreso vespertino se mostraron ilusionados y contentos ante el alivio de las restricciones que les permite volver a reunirse en la mesa de un local. Algunos de los presentes en las terrazas del Paseo Mallorca brindaban por poder volver a encontrarse al final del día después de meses.

La flexibilización de las restricciones de pandemia del coronavirus y la estabilización de la curva de contagios da un respiro al sector y les permite el horario 'partido', pero solo de lunes a jueves y en terrazas. Los viernes, sábado y domingo sólo podrán tener abierto hasta las cinco de la tarde. Una limitación de los horarios que obedece a la idea de la conselleria de Salut de evitar los 'tardeos'.

Sin embargo, otros no han querido desaprovechar la oportunidad de volver a servir cenas. A las 20 horas en punto de este lunes, establecimientos de Palma ya tenían preparadas sus terrazas para servir a los primeros clientes vespertinos después de más de cuatro meses. A pesar de la inestabilidad meteorológica que se esperaba para este inicio de semana, el tiempo ha dado una tregua a este estreno de las terrazas por las tarde.

Estas medidas estarán en vigor hasta el 10 de mayo. Por su parte, el Govern se comprometió la semana pasada a estudiar con los restauradores la mejor forma para reabrir interiores cuando la evolución de la pandemia lo permita.

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Reservas para los próximos días

Desde el restaurante Ola de Mar, en el Portitxol, que este lunes tiene cerrado porque es el día de descanso para muchos establecimientos de restauración, indicaron que tienen reservas para los próximos tres días. «Tenemos bastantes a partir de las 20 horas. La gente adelanta la hora de cenar y eso que la mayoría son españoles», indicaron. El restaurante Enco, también en el Portitxol, ha abierto sus puertas esta noche. Reconocieron que por su ubicación hasta el momento habían tenido una buena respuesta por parte del público y confían en que esta tendencia se mantenga ahora que amplían el horario. De hecho, este lunes han registrado menos afluencia de la habitual a mediodía al entender que «mucha gente optará ahora por venir por la noche».

El empresario Juan Miguel Ferrer ha explicado que han decidido abrir tres de los negocios que gestiona su empresa de restauración en Palma y Platja de Palma, Born 8, Cafetería Siena y Bikini Beach, respectivamente. «Vamos a abrir de lunes de jueves por la noche porque nuestra apuesta es dar servicio a residentes y turistas, ya que pensamos que la gente quiere salir a cenar y disfrutar de la compañía con todos los protocolos sanitarios», ha añadido. Los tres negocios, por su especial ubicación, tienen superficie suficiente para operar y dar servicio en las terrazas con las distancia mínima de separación que exige Salut.

Un sentimiento parecido ha expresado Diego, propietario de El Alpendre de la calle Blanquerna, quien ha confesado que «hay unas ganas de salir tremendas». Es por ello que ha optado por iniciarse en el mundo de las reservas a través de la web o desde un contestador automático, algo que, hasta ahora, «no hacíamos. Hemos destinado el 80 % de nuestras mesas para reservas y el 20 % para la gente de paso».

En la Rambla de Palma también ha ofrecido servicio de cena Ca Na Chinchilla, que ya tenía reservas de residentes para la noche del lunes. En cambio, en La Bottega di Michele, en la calle Fábrica, todas las reservas que tenían para la noche eran de extranjeros. Su encargada, Marcela, ha explicado que los residentes prefieren salir de día, aunque los tres locales que su familia regenta en la zona abrieron anoche sus puertas.

Aunque el momento de ver la luz al final del túnel está cada vez más cerca, la realidad que afrontan este lunes los empresarios no es del todo positiva. La mayoría ha inaugurado sus terrazas por la noche con un sabor de boca agridulce pero con la mirada puesta en cómo evolucionará la semana. Es el caso de Jaume Pizá, de Los Rafaeles, quien se ha mostrado contento pero sin una previsión clara de cómo serán las próximas semanas. Verá en los siguientes días si esta nueva medida será «positiva o negativa para nosotros».

Una imagen atípica fue la que dejó el Passeig Marítim, donde la gran mayoría de los restaurantes con terraza optó por no abrir. «De todos los que tenemos espacio en el exterior, que somos un 13 % de la restauración, va a abrir solo un tercio», aclaró Jaume Colombàs, propietario del Emblemàtic. Su local fue de los pocos de la zona que abrió sus puertas anoche con una acogida excelente por parte de los clientes. El establecimiento superó sus expectativas.