Agentes de la Policía controlan una zona de Ibiza durante el toque de queda. | Marcelo Sastre

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La Asociación Mallorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes, Restauración CAEB, ha remitido un escrito a las autoridades de Baleares exigiendo «actuaciones inmediatas» contra los botellones que se han visto en los últimos días, tras la suspensión del toque de queda, y pidiendo la apertura de los locales de ocio nocturno.

Desde la patronal han asegurado que mientras los locales de restauración tienen restringidos los aforos, horarios y distancias, «sin razonamiento ni fundamento sanitario alguno, se pueden realizar reuniones en viviendas sin límite de personas, a cualquier hora del día, mientras que un restaurante no puede servir a sus comensales libremente».

Para Restauración CAEB, esto supone un «claro perjuicio» para el sector, además de ofrecer una imagen «lamentable» de turismo de borrachera, «que no hace más que dar motivos a los emisores turísticos extranjeros en mantener su no recomendación de visita a la comunidad».

Por todo ello, solicitan a la administración decretar una «Ley seca» en la que se prohíba la venta de alcohol a los supermercados situados en las zonas «calientes» --Playa de Palma, Magaluf e Ibiza--. «No nos referimos a grandes cadenas de supermercado, nos referimos a los supermercados 'low cost' que directamente desarrollan la actividad de licorerías y a los vendedores ambulantes que se transforman en bares móviles», han señalado.

De este modo, han solicitado también se reconsidere cuanto antes la apertura de los locales de ocio nocturno, ya que «se podrá controlar mejor la afluencia de la gente en las calles».

Además, el sector reclama más vigilancia policial y propone «establecer 'atalayas' en las primeras líneas, con la posición de agentes de policía a cada 500 metros con el fin de evitar concentraciones masivas de gente, y los indeseados botellones». «Se ha trabajo mucho en estas zonas para evitar este turismo que nadie quiere; aun con la Ley de Excesos seguimos sin controlar ni reprimir el fenómeno del botellón», han lamentado.

Según Restauración CAEB, este problema no es solo sanitario, «también nos jugamos nuestra imagen en los mercados emisores, nuestra imagen de sostenibilidad, nuestro código verde, ya que la suciedad que se deja después de estos botellones y que han sido publicadas, obviamente, dejan mucho que desear».

«Solicitamos que la Administración local y autonómica tenga el valor de poner en marcha las medidas sugeridas y demostrar que el sacrificio realizado por nuestro sector ha valido la pena, además de que pueda mediar a favor de las pequeñas y medianas empresas del sector de restauración aplicando, de forma inmediata, las medidas sugeridas con el fin de erradicar el turismo de borrachera», han finalizado.