Hay personajes que adquieren una aureola luminosa más allá de su propia existencia y la heredan sus hijos, sus nietos... creando una estirpe privilegiada. Siglos después son recompensados con nombres de calles en pueblos y ciudades y, sin embargo, el común de sus vecinos han olvidado quiénes fueron y qué méritos les llevaron a ocupar tan alta consideración.
Uno de ellos, el más cercano en el tiempo, fue Francisco Manuel de los Herreros Schwager, científico, periodista, escritor y funcionario que vivió en el siglo XIX, inspirado por el movimiento renovador de la Ilustración, que aún coleaba. Uno de sus dones extraordinarios para la época era que dominaba varios idiomas: alemán, inglés y francés, además de sus lenguas maternas, el español y el catalán.
Fundó la Acadèmia Menorquina de Belles Lletres, dirigió la Real Sociedad Económica Mallorquina de Amigos del País –entidad que, distribuida por toda España, trataba de modernizar un país anclado en las tradiciones y la mentalidad del pasado–, creó la Escola Normal de Palma, fue catedrático de la Escuela de Náutica y director de Instituto Balear de Palma y, entre sus méritos, consta el empuje a la introducción del ferrocarril en la Isla.
Escribió obras teatrales, libros técnicos y artículos periodísticos. Quizá su vertiente más conocida fue la gran amistad que le unió al archiduque Luis Salvador de Austria, del que fue apoderado y con quien compartió aventuras científicas. Se conocieron durante un viaje entre Ibiza y Mallorca en un momento trágico de la vida del aristócrata: acaba de morir su novia, la archiduquesa Matilde, que pereció de forma dramática al incendiarse su vestido cuando solo tenía dieciocho años.
Idiomas
Su don para los idiomas no caía del cielo. Su abuelo materno, el capitán suizo Antonio Schwager, fue otro personaje cultísimo, traductor del poeta pre-romántico inglés Edward Young. Pero no fue esa única rama genética la que favoreció su facilidad para las lenguas, pues su bisabuelo de origen mallorquín, por parte de madre, el jurista y traductor Pedro Ramis, fue otro fenómeno digno de mención.
Nacido en Maó en 1748, llegó a dominar ocho idiomas, además del castellano y el catalán: latín, griego, hebreo, árabe, inglés, francés, italiano y alemán, lo que le valió el título de intérprete de lenguas extranjeras en Menorca otorgado por el Rey en tiempos de la dominación británica de la isla. Era famoso en su tiempo por disponer de una de las mejores bibliotecas dedicadas al humanismo y tradujo al catalán las populares obras del francés Molière. Su única hija, Catalina Ramis, se casó con Schwager.
A pesar de sus numerosos méritos, no era el único en la familia que dejó huella. Varios de sus hermanos lo hicieron también: Juan (1746-1819) fue abogado, historiador y poeta; Bartolomé (1751-1837) fue médico; José (1766-1821) fue agrónomo y Antonio (1771-1840), abogado e historiador.
Poeta
De ellos el más reputado fue Juan, considerado la figura más importante del neoclasicismo literario catalán. Debido a las peripecias históricas que sufrió Menorca en ese siglo, fue súbdito británico, francés y español, a rebufo de las conquistas militares sobre la isla, que iban y venían de forma recurrente. Curiosamente, durante la dominación británica la lengua catalana floreció con libertad en Menorca, lo que favoreció su rica producción literaria: poesía y obras teatrales, además de estudios históricos y botánicos. Un combo de intereses muy típico de los grandes personajes de la Ilustración.
Pero volvamos al siglo XIX para conocer al primo de Francisco Manuel de los Herreros, de nombre Manuel Bretón de los Herreros, pues tampoco se quedó corto en talento: fue un reputado escritor, articulista y dramaturgo, dirigió la Imprenta Nacional, fue miembro de la Academia Española y dirigió la Biblioteca Nacional de Madrid.
Interesante artículo, a ver si se publican más en este medio e intentan evitar la prensa amarilla.
Lo del catalán, me extraña ya que Fabra todavía no había nacido. Yo creo que debía ser Menorquín o MALLORQUÍN.
FerranD'acord, som mallorquins, no catalans però sa llengo és sa mateixa. I no ho dic jo, qualsevol filòleg amb un mínim d'estudis vos ho pot explicar. Deixau ja sa beneitura de dividir que lo únic que feis és fer que se perdi sa nostra llengo en favor des castellà.
10 comentarios
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Enhorabuena Amaya por este reportaje.
Interesante artículo, a ver si se publican más en este medio e intentan evitar la prensa amarilla. Lo del catalán, me extraña ya que Fabra todavía no había nacido. Yo creo que debía ser Menorquín o MALLORQUÍN.
Catalán en 1900???? En Mallorca????
FerranD'acord, som mallorquins, no catalans però sa llengo és sa mateixa. I no ho dic jo, qualsevol filòleg amb un mínim d'estudis vos ho pot explicar. Deixau ja sa beneitura de dividir que lo únic que feis és fer que se perdi sa nostra llengo en favor des castellà.
Dub molt que sa llengo materna fos és català, sería es mallorquí. Basta ja de deformar s'historia!! Som mallorquins no catalans!!
Francisco Manuel de los Herreros, por ejemplo, intervino mucho en las obras firmadas por el archiduque Luis Salvador.
Lo de lengua CATALANA...Sobra....EL BALEAR era IDIOMA...
Ah, mira, unos forasters listos. Ya decía yo que sus raíces no eran insulares.
Fan falta, molta falta
Con ese nivelazo intelectual, le podía resultar traumatizante o acomplejante al hermano o primo menos estudioso.