Contra lo que muchos suponían, el embat hizo acto de presencia en el campo de regatas a la hora programada para el inicio de la competición, dividida en cuatro categorías: época Cangreja, con un recorrido de 12 millas, y época Bermudiana, Clásicos y RI Clásicos, con una travesía de 16 millas.
En la clase de Clásicos, el Argos se hizo con la primera posición con una ventaja de más de una hora sobre el segundo clasificado, el Folia; en la categoría Época Bermudiana, el campeón fue el Argyll, con una ajustada ventaja de tres minutos sobre el Meerbelick; en Época Cangreja el primer clasificado fue el Marigan, al superar en algo más de seis minutos en tiempo compensado al So Fong, y en RI Clásicos, el January Sails logró la victoria. Hoy tendrá lugar la segunda y definitiva manga, en la que se establecerán los ganadores definitivos.
Ajetreo en el pantalán
A causa de la pandemia y las reformas en el club, la regata no contará este año con eventos sociales. Aun así, en los pantalanes del club se vivió con intensidad la puesta a punto de las naves.
«Estamos bien preparados. A ver si viene algo más de viento, aunque parece que no va a ser así», expresó antes de comenzar la competición Petete Rubio, armador del Gipsy, un velero fabricado en Cádiz, en 1927 y que durante de Guerra Civil realizó labores de espionaje para el bando nacional. «Este tipo de regatas tienen un valor infinito. Conservan la tradición de la navegación clásica, que se está perdiendo con la modernidad», concluyó Rubio, que logró la tercera posición en la clase época Cangreja.
A su lado se encontraba el Argyll, del armador londinense Griff Rhys Jones:«Va a ser una jornada difícil para nosotros. Este es un barco pesado y necesitamos algo más de viento. Participamos antes de la pandemia y logramos una segunda posición. Esperamos igualar el resultado», afirmó Rhys Jones, que logró superar su marca de 2019 con la primera posición provisional en la categoría época Bermudiana.
A pocos metros se encontraba la imponente Xarifa, del armador J. Manuel Finozzi. Con casi 50 metros de eslora, esta impresionante goleta de tres palos, que fue botada en 1927 del astillero J. Samuel White&Coen la isla de Wight, al sur de Inglaterra, no compitió, sino que se exhibió en solitario con un recorrido propio en forma de triángulo que abarcó prácticamente toda la bahía de Palma.
2 comentarios
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Que preciosidad de barco el de la foto.