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La reunión que el mediodía de este jueves tenía que servir para acercar posiciones entre el sector crítico del PI y la dirección del partido se ha transformado en el último capítulo del serial de desencuentros que se viven en la formación regionalista. «Su única propuesta es que yo me vaya, pero eso no es lo que dijeron con sus votos los afiliados del PI, si ellos se mueven por rabia y lanzan ataques personales nosotros no podemos hacer nada porque su voluntad no es sumar», ha lamentado Josep Melià. Ha sido al acabar un breve encuentro en los despachos del Parlament que él y el presidente del partido, Tolo Gili, han protagonizado junto a los críticos Pere Soler y Toni Roldán. Una reunión que ha durado poco más de diez minutos.

Pero según el sector rebelde «lo primero que hemos puesto encima de la mesa ha sido el conflicto en el Consell, he dicho que no tengo ningún problema a renunciar al cargo de portavoz del PI en la institución insular», ha explicado Pere Soler. Pero para ello los críticos del PI han puesto como condición «que Josep Melià abandone los cargos públicos del partido durante un paréntesis de cuatro años a partir del 2023 para así poder pacificar el partido, regenerarlo e impulsarlo», puntualizó Soler. Una renuncia que los rebeldes del PI califican de «ejercicio de generosidad que ya hicieron en su día Jaume Font y Antoni Amengual».

«Han perdido un congreso y no lo asumen», criticó Josep Melià. «La democracia en nuestro partido consiste en que los afiliados voten y elijan la dirección que quieren para el PI, eso ya ha ocurrido en el pasado congreso pero parece que algunos quieren volver a la casilla de salida», añadió el portavoz del PI en el Parlament. Pero la visión del sector rebelde es opuesta a la de Melià. «Ellos dicen que han ganado el congreso pero la lista de Tolo Gili era completamente irregular y se tendría que haber excluido según los estatutos; por eso proponemos crear una junta gestora» defendió desde el bando rebelde el ibicenco Toni Roldán. Sobre el proceso que el Comité de Disciplina del PI ha iniciado para suspender de militancia o expulsar del partido a los consellers insulars rebeldes Pere Soler e Isabel Febrer, los críticos han reiterado que están dispuestos a llevar la cuestión ante los tribunales. «Existen una serie de temas que incumben a mi honor personal o que tocan presuntas irregularidades durante el congreso y a pesar de lo que pueda decir el Comité de Disciplina del partido, estoy seguro que la justicia ordinaria nos amparará», explicó Pere Soler.