La Autoritat Portuària no podrá limitar la llegada de cruceros a Palma en 2022

El conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, afirmó ayer en el Parlament: «Negociar con las navieras es un ejercicio de valentía, más aún cuando no tienes un marco normativo. Hemos llegado a un acuerdo ponderable con las navieras y la patronal CLIA para lograr un limite razonable a la actividad de los cruceros en Palma». Negueruela añadió que se ha logrado, por vez primera, un acuerdo de estas características al ponerse un límite máximo de tres cruceros al día a partir del próximo año. «Hemos fijado un techo a los cruceros, pero no tenemos competencias para ello. Se ha marcado un camino a seguir», afirmó.

El acuerdo alcanzado entre CLIA, navieras y el Govern ha provocado a nivel político e institucional un duro cruce de acusaciones. Mientras Podemos y la Plataforma contra los megacruceros ven «insuficiente» esta limitación, porque consideran elevada la cifra de tres cruceros. La plataforma puntualiza: «Si, además, se suman los cruceros que pueden llegar los días excepcionados de los que habla el acuerdo, la realidad puede no cambiar mucho respecto a la actual». Critican que el Govern haya tenido que ir a Hamburgo para cerrar el acuerdo y «negociar en una mesa con los propietarios de grandes multinacionales privadas asuntos que afectan a la ciudadanía de las Islas».

La plataforma ‘Sí als Creuers' asegura, por su parte, que las medidas que propone el Govern    sobre la gestión de la llegada de cruceros a Palma «carecen de cualquier base legal por tener las competencias el Gobierno central». Las portavoz de la plataforma Alex Fraile se pregunta: «Qué    hará la Autoritat Portuària cuando una compañía pida atracar en el puerto y sabiendo a priori que debe facilitar dicho atraque». La portavoz también se pregunta «si el próximo paso es restringir la llegada de aviones a Son Sant Joan, ya que lo que está pasando con los puertos es todo un precedente».

Esta plataforma, que engloba 20 sectores empresariales de la Isla, considera que con estas limitaciones lo que se consigue es frenar la desestacionalización «ya que los cruceros llegaban al puerto en temporada baja y tras años de invertir millones de euros en promocionar los puertos de Balears». Asimismo, indican que la limitación afectará a los hoteles «porque los tripulantes de los llamados cruceros de puerto base no pernoctarán en la ciudad». Finalmente, pone énfasis en las repercusiones sobre el medioambiente «más aún cuando los cruceros pequeños contaminan más que los megacruceros por una cuestión de inversionestecnológicas».